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EE UU despliega misiles y soldados en Israel para neutralizar los ataques iraquíes

Estados Unidos opera desde ayer militarmente en Israel con el despliegue en territorio hebreo de misiles antimisil Patriot y las dotaciones humanas que los sirven, en un esfuerzo político excepcional para mantener a Tel Aviv al margen de la guerra del Golfo. Decenas de aviones gigantes de transporte Galaxy C-5A aterrizan cada 15 minutos en Tel Aviv, en un puente aéreo sin precedentes, con las armas destinadas a contrarrestar a los cohetes Scud con que Irak está castigando las ciudades israelíes. Por vez primera, que se tenga conocimiento, militares estadounidenses garantizan con su presencia física en Israel la seguridad del Estado israelí, puesto que son soldados norteamericanos los que manejarán los Patriot, que ayer mismo comenzaron a ser operacionales. El presidente de EE UU ha vuelto a pedir al primer ministro israelí, al que agradeció su moderación, que no responda a los ataques de Irak, que en la madrugada del sábado lanzó su segunda oleada de misiles sobre Tel Aviv.

Al menos tres Scud cayeron ayer sobre Tel Aviv y causaron 30 heridos. Los misiles Patriot instalados en Israel tienen capacidad para alcanzar su objetivo a una velocidad de 3.200 kilómetros por hora y puede destruir aviones y cohetes enemigos a una distancia de más de 80 kilómetros.Según altos funcionarios estadounidenses sin identificar, el Gobierno israelí ha asegurado, tras una reunión del Gabinete e intensas consultas con Washington, que no responderá al segundo ataque iraquí contra su territorio.

Los bombardeos contra Irak continúan entretanto con la misma intensidad que hace tres días. A pesar de ellos, un portavoz militar norteamericano reconoció ayer en Arabia Saudí que más de 4.000 misiones de combate en las últimas 72 horas no han servido para aniquilar la fuerza aérea iraquí ni sus lanzaderas móviles de misiles.

El general estadounidense Robert Johnston aseguró que las fuerzas de la coalición occidental sólo han derribado 11 aparatos iraquíes (de un total de 700). Se ignora cuántos han sido destruidos en tierra y en qué estado se encuentran las pistas. Las pérdidas de la coalición ascienden a 10 aviones, seis de ellos estadounidenses. Los primeros prisioneros de guerra iraquíes fueron mostrados ayer en Arabia Saudí.

Tampoco hay ninguna prueba de que los cerca de 500.000 soldados y 4.000 carros de combate que el Ejército de Sadam Husein puede tener en el invadido emirato de Kuwait hayan sufrido graves pérdidas. Un eventual ataque terrestre para expulsar a las tropas de Sadam Husein podría retrasarse hasta febrero. Los bombardeos aliados se concentran ahora en la destrucción de las tropas de tierra iraquíes. En medio del fragor de la batalla, el presidente de la URSS, Gorbachov, ha lanzado otra ofensiva diplomática internacional para tratar de convencer a Sadam Husein de que se retire pacíficamente de Kuwait. Gorbachov envió ayer una carta a Felipe González -que se reunió por la tarde con el equipo de crisis del Gobierno- en la que reitera esa necesidad.

Páginas 2 a 14 Editorial en la página 16

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