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Ben Johnson sufrió una nueva derrota

El velocista canadiense Ben Johnson sufrió en Los Ángeles una nueva derrota en su segunda carrera tras su regreso a las pistas. El estadounidense Andre Cason le venció con claridad en la prueba de 50 metros en una reunión de pista cubierta que congregó a 12.500 espectadores. Cason, tercero hace una semana en Hamilton, marcó 5.69, contra 5.74 de Johnson, cuya salida fue de nuevo decepcionante. El canadiense achacó esta deficiencia a la estrechez de las calles: "Si hubiera tenido un par de pulgadas más (unos 6 centímetros) para extender mis brazos, habría salido mejor", se defendió.

Johnson recibió un estruendoso abucheo cuando su nombre fue presentado en los momentos previos a la carrera. El ambiente de hostilidad contrastaba con la recepción que encontró en Hamilton (Canadá), donde el público le acogió como a un héroe. En Estados Unidos, Johnson es un atleta casi maldito. Su nombre se asocia por igual al doping como a las derrotas que infligió a Carl Lewis y a los mejores velocistas estadounidenses en los Mundiales de Roma y en los Juegos de Seúl.En la pista, el grupo de rivales era notable. Como principal adversario se anunciaba el diminuto Cason, pero nadie descartaba las posibilidades de Franck Fredericks, un atleta de Namibia que se entrena desde hace cuatro en Estados Unidos.

Quedaba por ver la posible progresión de Johnson en su segunda carrera después de sus dos años de suspensión por utilizar esteroides anabolizantes. En Hamilton, aseguró que se había sentido muy presionado por el ambiente y por la ansiedad de su reaparición. Una semana después, Johnson confirmó que es muy rápido, pero que también es vulnerable.

La salida fue muy deficiente, como ocurrió en Hamilton. En otros tiempos era su arma letal. Su explosiva capacidad para despegar y levantar el tronco no se ha visto en ninguna de las dos carreras. En Los Ángeles, la única salida perfecta fue la de Andre Cason, un velocista minúsculo, aunque de complexión física muy compacta.

"Creo que Cason salió tan rápido porque es muy pequeño", manifestó Johnson. El canadiense se vio de nuevo obligado a intentar su progresión en una distancia muy corta. Ben Johnson tuvo tiempo para alcanzar a Fredericks que viajó por delante desde el inicio, pero nunca tuvo la oportunidad de atrapar a Cason.

El pequeño Cason alivió los temores de los espectadores ante una derrota de la escuadra estadounidense ante Johnson. Su victoria fue nítida, aunque el registro no fuera espectacular: 5.69. De cualquier manera, dejó muy claro que forma parte del pequeño grupo de elegidos que puede rozar durante la temporada veraniega la barrera de 10 segundos en 100 metros, algo que los técnicos ven factible desde su victoria en los Mundiales junior disputados hace tres años.

El preparador de Ben Johnson, el estadounidense Loren Seagrave, también achacó la derrota a la estrechez de las calles. El técnico manifestó que eran casi ocho centímetros menos amplias que las reglamentarias al aire libre (106,6 centímetros).

Pese al resultado, tanto Seagrave como Johnson se mostraron muy satisfechos con los progresos del atleta canadiense. Johnson dijo que tenía toda la confianza en recobrar su antigua forma. "Creo que muy pronto veréis al auténtico Ben Johnson. Por el momento sólo trato de recuperar mi estado físico."

A Johnson le quedó el consuelo de lograr un nuevo récord canadiense de 50 metros, el primero que consigue desde su retorno a la competición. Su tiempo (5.74 segundos) fue una centésima mejor que la plusmarca nacional que detentaba Desai Williams desde 1981. Williams, íntimo amigo de Johnson, salió salpicado del caso que rodeó al antiguo plusmarquista mundial de 100 metros. Desde la final de Seúl, no ha vuelto a competir. Pese a todo, Johnson todavía se encuentra a una distancia sideral de sus viejas marcas.

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