La federación prepara otra campaña contra la violencia

La muerte de Frederic François Rouquier coincide con la puesta en marcha de la más ambiciosa campaña contra la violencia y a favor del juego limpio emprendida jamás por la Federación Española de Fútbol. El proyecto, que arranca con 50 millones de pesetas de presupuesto e incluye la concesión de un premio a la afición de comportamiento más ejemplar, preende alcanzar todos los estamentos de la vida social española y no únicamente los relacionados con el fútbol.Para ello, la federación tiene previsto efectuar un amplio sondeo entre jugadores, dirigentes, aficionados y periodisas para conocer los principales puntos de atención y preocupación sobre la violencia en el fútbol. Uno de los objetivos de la campaña es obtener una rentabilidad económica que permita acceder a medios de difusión de coste muy elevado, pero de gran alcance, como la televisión o el cine. En este sentido, existe la idea de filmar un cortometraje realizado por algún director de prestigio -un portavoz de la federación citó a Pedro Almodóvar- que sería distribuido por salas comerciales e insertado, a modo de avance, en cintas de vídeo doméstico. Los partidos de máxima rivalidad e interés serán objeto de especial atención en lo referente a vallas dentro y fuera de los estadios.

La búsqueda de firmas comerciales dispuestas a patrocinar la campaña o aspectos de la misma es el objetivo primordial de la federación. Entre las posibles fuentes de financiación se incluye un concierto y un partido entre la selección española y algún combinado extranjero.

Crónica de incidentes

La crónica de incidentes violentos en el fútbol español se centra en los grupos Ultra Sur (Real Madrid) y los Boixos nois (Barcelona). En el mes de septiembre de 1988, miembros de los Ultra Sur apuñalaron a un joven en Oviedo. El herido sobrevivió. En febrero de 1985, una pelea entre Boixos nois y Brigadas Blanquiazules acabó con el apuñalamiento de un seguidor azulgrana.

En los últimos 15 años se ha producido cinco muertos relacionados con el fútbol, aunque sin intervención de grupos de hinchas violentos. El 2 de noviembre de 1982, el vicecónsul de Suecia en Benidorm, José Gómez Rodríguez, falleció en Barcelona tras los golpes que recibió de varios jugadores en un partido de aficionados en Pallejà. El 6 de mayo de 1984, el policía nacional Manuel Luque Castillejo murió a golpes al intervenir en un bronca en un partido de alevines en Córdoba. El 19 de agosto del pasado año, un ex policía nacional mató de un tiro a un árbitro e hirió a un jugador del equipo de Calahonda, al disparar su arma en un forcejeo por una discusión en Motril.