Nuevos episodios de la telecomedia de Bill Cosby

Hace años que Bill Cosby no se presenta a los premios Emmy, el oscar televisivo. No le hace ninguna falta. Su telecomedia -de la que hoy comienzan a emitirse nuevos episodios a las 18.10 en TVE-1- se ha ganado el refrendo popular una temporada y otra, siempre en el número uno de audiencia.El idealizado y confortable retrato de familia -aquí los padres siempre ganan-, eminentemente constructivo, tampoco ha sido obstáculo para que la crítica dejase de reconocer la excelente factura y las innegables dotes de comediante de Cosby, ajeno totalmente al humor del absurdo pero capaz como nadie de introducir una sutil distancia irónica.

No es gratuito que se hable en este caso de la comedia de situación de un antes y después de Cosby. Las secuelas, por simple imitación o por reacción, se cuentan por decenas.

Tampoco sorprendió demasiado en su momento, por esta misma razón, que la venta de La hora de Bill Cosby a las cadenas invitadas estadounidenses -un mercado de segunda mano, puede decirse que recoge los programas estrenados en las tres grandes cadenas- alcanzara la cifra de 500 millones de dólares, o que su contrato multimillonario con la cadena NBC llegara a unas cotas sólo conocidas por los grandes acontecimientos deportivos.

El éxito tiene, sin embargo, sus servidumbres. Cada año Bill Cosby ha de revalidar su título. Cada año también una nueva telecomedia de éxito intenta arrebatárselo. El último duelo ha tenido lugar con Los Simpsons, que se estrenará próximamente también en TVE.

Se cuenta que Cosby se puso algo nervioso con esta telecomedía de la cadena Fox que es de alguna manera su contrafigura. Muchos jóvenes desertaron de los Huxtable para echarse en brazos de esta otra desalmada y destructiva familia de malos modales y trato poco delicado.

Para neutralizar al recién llegado Cosby introdujo situaciones y vocablos inusualmente audaces para lo usado anteriormente en su programa. Una parte de su audiencia puso el grito en el cielo, pero ahora parece que las aguas quieren volver a su cauce.