Distancias pasivas
Los mandos a distancia, reducen la botonera de los televisores
La comodidad del mando a distancia ha convertido a estos instrumentos en uno de los paradigmas de la calidad de vida en los países industrializados. Cada vez se utilizan más, hasta tal punto que "cambiar de canal desde el mando ha llegado a ser el hobby de mucha gente", señala Luis Castaño, de la compañía Panasonic. Es más, numerosos expertos coinciden en afirmar que el mando resulta seductor, lo que le convierte en objeto de juego.
La llegada de las televisiones privadas y la posibilidad de acceder a emisiones extranjeras mediante antenas parabólicas, con el consiguiente aumento de canales, ha favorecido la demanda de receptores de televisión con mando a distancia incorporado. Las exigencias del mercado hacen que casi todas las marcas de aparatos de televisión y vídeo comercialicen estos, equipos, que han dejado de ser un elemento accesorio para convertirse en una herramienta imprescindible del tiempo de ocio. "La demanda de televisores con mando a distancia ha crecido mucho en España. Frente a la reticencia de hace algunos años, la gente cada vez los ve más útiles y prácticos", comenta Castaño.El departamento de nuevas tecnologías en televisión y vídeo de la empresa Philips ha observado este impulso. "Es difícil actualmente vender equipos de televisión de la gama alta sin estos elementos auxiliares. Los mandos se han convertido en uno de los argumentos principales de venta", afirma Manuel López Santos, de Philips Ibérica. Algunos sociólogos van más lejos -y hablan ya de la enfermedad del mando a distancia o zapping: personas que se sientan ante el televisor con uno de estos mandos y sienten un impulso irrefrenable de cambiar de canal.
Tiempo y comodidad
"El usuario no tiene que operar con el televisor si no quiere", explica Inmaculada Galván, de Sony. "Es cierto que cada vez se reduce más la botonera de los televisores, pero no parece lógico que vayan a desaparecer al menos aquellos botones correspondientes a las funcione básicas (conectar-desconectar brillo, color y volumen), que puedan ser utilizados al menos en casos de emergencia cuando se estropee el mando". Sin embargo, Yoshihiko Ishikawa, de Pioneer Electronics España, se muestra convencido de que el mando a distancia suplirá a corto plazo los botones tradicionales porque ahorra tiempo y aporta mayor comodidad.La multiplicación de funciones con que se dota a los mandos a distancia ha hecho de ellos un elemento confuso para el telespectador medio. Por ello, las compañías más importantes del sector han comenzado a rediseñar, para simplificar su uso, las diversas gamas de mandos a distancia. Para algunos, un objetivo importante es eliminar la profusión de botones y volver a los mandos televisivos de hace dos décadas. Otros, como Ishikawa, sostienen que los mandos a distancia del futuro serán pequeños ordenadores con numerosas aplicaciones, los cuales, para evitar la confusión de manejo, llevarán pocos botones, con circuitos integrados, pero cada uno con dobles o triples funciones.
La tecnología de los mandos a distancia es paralela a la de los televisores, vídeos y equipos de música. Cada vez son más rápidos y realizan funciones concretas que sólo pueden seleccionarse desde sus teclados, como ocurre con el teletexto. "Además de permitir el cambio de canales, adecuar el brillo o el volumen, desde ellos se puede ralentizar una imagen paralizarla o gestionar independientemente las seis pantallas simultáneas que admite un televisor digital", recuerda Galván.
La mayoría de los mandos a distancia actuales funcionan por infrarrojos, abandonando el sistema por ultrasonido, que, aunque tenía la ventaja de poder salvar las paredes, ocasionaba importantes trastornos "al poner en marcha el televisor del vecino", comenta López Santos, Con los mandos por infrarrojos hay que apuntar con precisión al aparato que se quiere poner en marcha. La distancia que alcanza es suficiente para una casa y su consumo es muy barato.
Algunas compañías se vuelcan en la miniaturización de los mandos, como Sony, que ha diseñado uno del tamaño de una tarjeta de crédito; otras, como Phillps, dirigen su investigación hacia lograr mayor simplicidad en su manejo y mayor capacidad para poder gobernar más aparatos desde un solo mando a distancia. "La mayoría de la gente", advierte López Santos, "no siempre opta por la misma marca para elegir todos sus equipos de electrónica de consumo y se encuentran en sus hogares con seis o siete mandos distintos". Esto dificulta enormemente cualquier tarea porque cada equipo actualmente utiliza un código de bus (conjunto de hilos por donde circulan los datos) que no sirve para poner en marcha otros aparatos de la competencia, por ser incompatibles.
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