El PNV buscará otra fórmula de coalición si en 10 días no hay acuerdo con los socialistas

El Partido Nacionalista Vasco (PNV) tomará iniciativas para intentar una coalición de Gobierno en Euskadi diferente a la actual si en un plazo de 10 días no hay perspectivas de cerrar un acuerdo con los socialistas. Ésta fue la principal decisión de la ejecutiva y de la asamblea nacional del partido, según informaron ayer sus portavoces en Artea (Vizcaya). José María Benegas, secretario de organización del PSOE y uno de los portavoces en la negociación, respondió que no era necesario apurar el plazo dado por el PNV y que si no se convoca una reunión antes del martes, fecha de constitución de la Mesa del Parlamento vasco, su partido interpretará que el PNV no tiene intención de gobernar con ellos.

Las diferencias entre socialistas y peneuvistas subsisten. "No hay voluntad política", afirma el portavoz del PNV Juan. Ramón Guevara, "y no logramos comprender por qué ahora es imposible hacer lo mismo que hace cuatro años, cuando adoptamos juntos compromisos importantes que afectaban al Gobierno central y se cumplieron".Benegas respondió que ni siquiera hay que esperar los diez días fijados por el PNV, ya que, "tenemos los temas muy acotados", dijo. "Todo se reduce a una cuestión de voluntad política, de delimitar si la fórmula de Gobierno es con el PSE o es con otros. Por tanto", añadió, "si no se convoca una reunión antes del martes, interpretaremos que el PNV no tiene intención de gobernar con los socialistas".

Para el PNV, las decepciones por la "falta de reacción" de los socialistas se acumulan y dejan paso a un cierto nerviosismo. La reunión secreta celebrada el viernes en Ajuria Enea, sede de la presidencia vasca, no dejó entrever ninguna aproximación.

Tampoco ha conseguido sacar las negociaciones del punto muerto una conversación telefónica mantenida hace unos días entre el lehendakari en funciones, José Antonio Ardanza, y el presidente del Gobierno central, Felipe González, según ha revelado Guevara.

La hipótesis de intentar una coalición alternativa puede verse facilitada por el acuerdo para la elección de la Mesa del Parlamento autónomo, el próximo martes, alcanzado al margen del PSE. PNV, Eusko Alkartasuna (EA), Partido Popular (PP) y Euskadiko Ezkerra (EE) han pactado asignar la presidencia de la Cámara al candidato del primero, la vicepresidencia primera al candidato socialista y la vicepresidencia segunda y las dos secretarías a los otros tres partidos.

Giro improbable

El PNV afirma que sólo un "muy improbable" giro espectacular en la negociación del Gobierno entre hoy y mañana puede alterar este pacto. Cederían en tal caso la presidencia del Parlamento al PSE y aceptarían la vicepresidencia primera. Rechazan en cambio cualquier otra modificación en el resto de los puestos de la Mesa. Los socialistas consideran innegociable la presidencia de la Cámara. Su pérdida puede ser el detonante de la ruptura definitiva con el PNV. Un nuevo factor se sumó ayer a la complicada relación entre los dos partidos cuando el alcalde de Bilbao, José María Gorordo, destituyó de toda función ejecutiva y remunerada a los siete concejales del PSE. El decreto, notificado a cada afectado en su domicilio, alcanza a tenencias de alcaldía y concejalías delegadas de área. Las funciones revierten al alcalde.La decisión de Gorordo abre una incógnita sobre sus intenciones, tras anunciar por sorpresa el viernes su intención de dimitir por discrepancias con su partido, el PNY.

El presidente del PNV, Xabier Arzalluz, censuró a Gorordo porque "el partido nunca le ha retirado la confianza y la dimisión no es nuestro estilo". Arzalluz aseguró que en el PNV los cargos son "para servir y no para servirse". Los dirigentes peneuvistas insistían en desvincular la dimisión del alcalde de Bilbao de la negociación y las relaciones con el PSE, casi a la misma hora en que Gorordo hacía llegar los decretos de destitución a los concejales socialistas.