BBV y Tabacalera rompen la negociación para la compra de Coisa y Fridarago

El Banco BiIbao Vizcaya (BBV) y Tabacalera han roto las negociaciones para la compra por parte de la entidad bancaria de las filiales de Tabacalera en el campo de la alimentación, Coisa y Fridarago, según fuentes cercanas a la negociación. Cuando a principios del pasado mes de octubre la entidad bancaria cerró la compra de Dirsa y Sebastián Lafuente, controladas mayoritariamente por Tabacalera, por un montante cercano a 12.000 millones de pesetas, ambas partes acordaron, sin adquirir compromiso por escrito, que el banco tendría prioridad para hacerse con estas dos empresas filiales del sector alimentario, una de helados y otra de congelados vegetales.Tabacalera había encargado al departamente de Corporate del Chase Manhattan Bank en España la búsqueda de un comprador para dos sociedades que adquirió hace dos años por 825 millones de pesetas y que ahora, tras el cambio estratégico de la empresa pública desea vender.

Según han revelado fuentes cercanas a la negociación, el precio que se había barajado para la venta superaba en algo los 1.000 millones de pesetas y al final la posición poco ventajosa de estas sociedades en sus respectivos mercados ha hecho desistir al banco que considera casi completado su holding alimentario nacional. Según fuentes de Tabacalera, las negociaciones se han roto al perder el interés la entidad bancaria por estas por sociedades. Las conversaciones con otras empresas aspirantes a adquirirlas ya se han iniciado, según Tabacalera.

Los problemas para romper las negociaciones con el BBV han venido por Fridarago, una empresa dedicada a los congelados vegetales que pierde dinero y que cuenta con exceso de plantilla. Coisa, dedicada al sector de helados, tiene mejor perspectiva pero tampoco ha convencido al BBV.

El BBV, junto con su asociado el grupo Continente, se vio obligado a incrementar su oferta en 2.100 millones de pesetas para hacerse con el grupo distribuidor Dirsa, al encontrarse en el último tramo de la puja con una oferta encabezada por Centra que actuaba de la mano de su socio accionarial Bankinter.

De hecho, la adjudicación de Dirsa al BBV provocó una nota pública de protesta de Centra. Incluso, amenazó a Tabacalera con llevarle ante los tribunales porque entendía tenía una carta de compromiso de venta que le daba prioridad. El episodio se salvó pagando 150 millones de pesetas Tabacalera a Centra por renunciar a acudir a los tribunales.