La asamblea de IU respalda la tesis de Anguita opuesta a la colaboracion con los socialistas

El coordinador general de Izquierda Unida proclamó ayer ante los delegados de la II Asamblea de Izquierda Unida que esta formación no ha nacido "contra nadie" en referencia al PSOE, aunque advirtió que en estos momentos se dan unos "límites infranqueables" según los cuales resulta difícil cualquier política de colaboración. Las palabras de Anguita fueron acogidas favorablemente por los 1.200 delegados que asisten a esta asamblea, como se puso de manifiesto en la votación del informe, que fue aprobado por abrumadora mayoría. Tan sólo media docena de portavoces pidieron o la normalización de relaciones con el Gobierno o que el PSOE dejara de ser "una obsesión para Izquierda Unida".

La primera jornada de la II Asamblea de Izquierda Unida transcurrió sin polémicas importantes, ya que los portavoces de todas las delegaciones se limitaron a enjuiciar el informe político presentado por Anguita, que tan sólo obtuvo matizadas críticas parciales. Así, la tensión que ha recorrido la organización por determinados temas, principalmente organizativos, no saltó en el debate, y en relación con el partido del Gobierno lo cierto es que las intervenciones fueron en el sentido de resaltar las críticas al concepto de "la casa común" defendido por los socialistas.La mayoría rechazó la integración en esa "fosa", como la calificó el representante de Madrid, Francisco Herrera. Éste, no obstante, precisó que las relaciones con los socialistas tienen un doble sentido, ya que por un lado son aliados frente a la derecha, pero son adversarios porque quieren ocupar el mismo espacio.

En esta misma línea el portavoz de Andalucía, Luis Carlos Rejón, se quejó de que Izquierda Unida se hubiera dejado "robar" muchos conceptos, ya que ellos fueron antes quienes hablaron de esa casa común.

Lo cierto es que los adalides de la normalización de relaciones con el partido gobernante son una minoría y, en la mayoría de los casos, no tienen la representación suficiente como para exponer sus criterios. Este es el caso de los independientes, que no abordaron este asunto directamente, ni tampoco el eurodiputado Fernando Pérez Royo, que se limitó a expresar esta conveniencia de normalización en los pasillos.

Anguita, tras asegurar que Izquierda Unida no ha nacido "contra nadie", afirmó que la acción política de Izquierda Unida tiene unos límites infranqueables. Así, señaló que IU no puede apoyar la política económica del Gobierno, "no puede silenciar actuaciones como la del vicepresidente del Gobierno ante el Parlamento, no puede apoyar la negativa a crear comisiones de investigación, no puede silenciar la necesidad de esclarecer lo que hay detrás de asuntos como el GAL, Paesa o la mafia policial".

Nueva situación

La tesis generalizada de las distintas delegaciones de Izquierda Unida es que sólo desde su propio crecimiento pueden "crear la nueva situación desde la izquierda".

El debate sobre cuestiones organizativas que ha ocupado el trabajo de Izquierda Unida en los 21 meses que han transcurrido desde la primera a la segunda asamblea fue objeto de crítica en el discurso político del coordinador general, y pidió que se diera por concluido para dedicarse a partir de ahora a elaborar propuestas de cara a la sociedad.

"En la opinión pública hemos aparecido con un discurso interiorizado, falto de coherencia y de cohesión. Hemos estado enfrascados en esa discusión y no hemos sacado los frutos consecuentes del gran revés de las elecciones andaluzas y de los irrelevantes avances en las elecciones gallegas y vascas", dijo Anguita.

Anguita consideró que esto ha enseñado a Izquierda Unida "el precio que se paga cuando una política basada en la apertura hacia la sociedad. se encierra en sí misma, se enquista y practica un discurso entendible sólo por los afilíados". Anguita anunció que tras esta asamblea la organización debe dedicarse a trabajar en la elaboración de alternativas en materia económica, política, social y de construcción europea, siendo su primer reto la elaboración de programas para las elecciones municipales y autonómicas.

Anguita terminó su intervención proclamando que Izquierda Unida "es una casa plural sin predisposición a la absorción o la uniformización".

Este final dio pie a los dirigentes de los otros colectivos para continuar en la misma línea de buenos deseos y de proclamas para abandonar los recelos. Así lo expresaron el presidente del Pasoc, Pablo Castellano; el portavoz de los independientes organizados, Jaime Sartorius, y Francisco Frutos, en nombre del PCE.

Estos deseos no fueron óbice para que la presidencia rechazara una propuesta presentada por la delegación andaluza para que la lista de la presidencia que hoy será votada fuera abierta.

Los actuales dirigentes han preferido el sistema de candidatura cerrada y bloqueada para asegurar "un equipo homogéneo". No obstante, el temor que subyace es la posibilidad de que se emitieran votos de castigo a determinados representantes de la presidencia y algunas de las "sensibilidades" quedara excluida.