La fiscalía pide sanciones para el abogado del presunto asesino de El Lobo Feroz

La Fiscalía de Madrid ha remitido un escrito al presidente del Colegio de Abogados, Antonio Pedrol Rius, en el que denuncia la incomparecencia del abogado José Manuel Boto Escamilla, defensor del acusado de cometer dos homicidios en el mesón El Lobo Feroz de Madrid. Según fuentes de la fiscalía, el texto solicita a Pedrol Rius que estudie las circunstancias de la ausencia del letrado, "de cara a imponer las oportunas sanciones".El juicio contra el sospechoso de los crímenes del mesón El Lobo Feroz, Santiago San José Pardo, fijado para el pasado miércoles 7 de noviembre, tuvo que suspenderse porque su abogado defensor envió un certificado médico a la sala en el que constaba que sufría una afección lumbar.

El presidente de la Sección Sexta de la Audencia Provincial de Madrid, que debía juzgar al acusado, decidió entonces enviar al médico forense de guardia y a la secretaría del juzgado, quienes comprobaron que Boto Escamilla no se encontraba en su domicilio.

Aquel día, ocho peritos forenses, diecisiete testigos, el comisario jefe de la Brigada Regional de Homicidios y varios agentes de policía que participaron en la investigación de los hechos, "perdieron su tiempo" acudiendo al juzgado.

Para los responsables de la fiscalía de Madrid, el comportamiento de Boto Escamilla puede ser un intento deliberado de retrasar la celebración de la vista.

Primer aplazamiento

Apoyan esta tesis en el hecho de que el letrado ya había solicitado un primer aplazamiento alegando que no había podido preparar la defensa de su cliente, a pesar de que el sumario obraba en su poder desde dos meses antes, petición denegada por el tribunal.

La jefatura de los fiscales madrileños ha ordenado también la apertura de diligencias informativas contra el facultativo que firmó el certificado médico, por si pudiera ser responsable de un delito de falsedad en documento público.

"Esta actitud daña la imagen de la Justicia", afirmaron estas fuentes, quienes mostraron su preocupación por el futuro del proceso contra Santiago San José Pardo.

La principal testigo de cargo contra él, Araceli Fernández, prostituta que salvó la vida al hacer frente a su ataque y avisar a varios vecinos, ejerce hoy su actividad en Barcelona, y su grado de adicción a la heroína hace peligrar su propia vida.