Sharon Pratt Dixon

Su primera decisión al acceder a la alcaldía de Washington ha sido cepillarse a todos los funcionarios de confianza del alcalde saliente, Marion Barry. No se puede decir que Sharon Pratt Dixon no haya aplicado el lema de su campaña -Limpiar la casa- con prontitud. Ahora hay que saber si puede demostrar que una mujer puede ser la alcaldesa de la ciudad más violenta de Estados Unidos y si es capaz de limpiar las calles de la capital de traficantes de droga y reducir los índices de violencia que afectan a esta población además de terminar con la corrupción municipal.Su imagen no se corresponde a su firmeza y a su carácter Dixon, de 46 años de edad, tiene una cara angelical. "Es como una niña de diez años, pero una niña a la que no le gustan los juegos", aseguran sus asesores Y debe de ser verdad. Su carrera hasta la alcaldía ha estado llena de esfuerzos y exenta de compromisos con el pasado Dixon no ha tenido demasiado tiempo para divertirse, ni tam poco para la retórica. Los habitantes de esta ciudad, 80% de raza negra, están sobrados de mentiras y faltos de realidades y por eso la han votado.

El anterior alcalde, Barry, se ha indignado on su primera orden. "Esta no es la mejor forma de llevar a cabo una transición", ha declarado cuando se ha enterado que Dixon exige la dimisión de sus 177 hombres de confianza. Barry no se da cuenta que Dixon no quiere transición, quíeie empezar de cero.

La nueva alcaldesa no tiene tiempo para polémicas y tampoco lo tuvo durante la campaña electoral, en la que arrasó al candidato republicano y ex jefe de palicía del alcalde Barry, Maurice Turner, y obtener el 86% de los votos.

Dixon, de raza negra, es divorciada y tiene dos hijas, "las personas más importante del mundo además de los habitantes de esta ciudad", ha declarado la nueva alcaldesa.

La carrera de esta licenciada en Derecho hasta el Ayuntamiento ha sido larga y su biografía es, políticamente, brillante. Sus primeros contactos con las gentes que ahora lidera como alcaldesa fueron a través de su despacho de abogada, especializado en casos de adolescentes. Dixon adquirió cierta notoriedad en este terreno, lo que le valió, en 1972, ser nombrada por Thomas Tip O'Neil, presidente de la Cámara de Representantes, vicepresidenta de la Comisión de Revisión de la Ley del Distrito de Columbia, su primer cargo público.

Es una de las líderes del Partido Demócrata y fue la primera mujer que se convirtió en su tesorera. Pertenece al comité ejecutivo del partido y ha participado activamente en numerosas organizaciones de ayuda al ciudadano en Washington, que es su ciudad natal.

La nueva alcaldesa de Washington perdió a su madre a los cuatro años de edad y descubrió desde los primeros momentos de su vida la importancia de la ayuda al necesitado y, como ella misma ha declarado, está capacitada y decidida a unificar esta ciudad y a que el Ayuntamiento trabaje para todos los habitante.s de la capital de Estados Unidos.