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El Gobierno de Francia admite la existencia de un 'pueblo corso'

El proyecto de estatuto de autonomía para la isla de Córcega aprobado ayer por el Consejo ele Ministros francés incluye por primera vez en la historia de las cinco repúblicas 'galas el reconocimiento jurídico de la existencia de un pueblo corso.El Consejo de Estado, institución que vela por la constitucionalidad de las leyes, había emitido la pasada semana un dictamen desfavorable a la mención en el estatuto de la noción pueblo corso. En opinión del Consejo de Estado la Constitución republicana no reconoce otro pueblo que el francés.

El ministro del Interior, Pierre Joxe, ha preferido, sin embargo, mantener en el estatuto esa idea, imprescindible para que el proyecto sea aceptado por los nacionalistas moderados de la isla mediterránea.

El texto redactado por el Ministerio del Interior y aprobado ayer por el Gobierno afirma que, en el marco de la unidad nacional y la Constitución, la República francesa garantiza la "identidad cultural" y "los intereses económicos y sociales específicos" del pueblo corso.

Córcega queda definida como una colectividad territorial a medio camino entre la región y el territorio de ultramar. La isla dispondrá, a partir de 1992, de un consejo ejecutivo de siete miembros elegido por una asamblea de 51 diputados. A la asamblea corsa serán transferidas competencias del Estado central en materia de transportes, ordenación del territorio, desarrollo económico', medio ambiente, enseñanza, formación profesional y cultura. La enseñanza de la lengua corsa será incorporada a las escuelas.

La futura asamblea de Córcega no dispondrá, en cambio, de competencias en materia de seguridad interior o exterior, política extranjera o medios de comunicación audiovisuales.

La gran incógnita del proceso de descentralización es la reacción de los separatistas del Frente de Liberación Nacional de Córcega (FLNC), y su brazo legal, el movimiento político Cuncolta.

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Desde la campaña electoral que en 1988 condujo a François Mitterrand a un segundo mandato presidencial, los militantes del FLNC mantienen una tregua de atentados sangrientos. Los separatistas se limitan a hacer estallar explosivos en lugares donde no puedan provocar víctimas humanas.

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