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Renfe plantea recortar concesiones a los sindicatos si no aceptan la autorregulación de la huelga

La dirección de Renfe recortará diferentes derechos sindicales complementarlos pactados, que tienen un coste para la empresa de 500 millones de pesetas anuales, si las centrales no están dispuestas a negociar la autorregulación de la huelga que evitaría paros en fechas claves, según fuentes de la empresa. Estas concesiones son consideradas por la dirección como extras, ya que están al margen de las que fija el Estatuto de los Trabajadores, que en el caso de Renfe están valoradas en 1.000 millones de pesetas anuales. Los sindicatos califican esa propuesta de "chantaje" para suprimir las huelgas.

Tras las elecciones sindicales de 1986 (en las que CC OO obtuvo el 58% de los delegados y UGT el 32%), la dirección de Renfe llegó al acuerdo con las centrales de conceder unos derechos sindicales complementarios además de los fija la ley si cambiaban el mapa sindical de corte funcional a otro de corte territorial con 51 comités y unos 1.200 delegados. Ambas partes acordaron que entre 1986 y 1990 los sindicatos recibirían derechos sindicales extras -más horas sindicales, más locales, más delegados liberados y más dinero para su funcionamiento- y que han costado a la empresa unos 2.000 millones de pesetas durante el citado cuatrienio. A esta cantidad hay que sumar los 4.000 millones de pesetas a que ascienden los derechos que las centrales disfrutan por ley, en función de su representatividad, durante el mismo periodo de cuatro años.Los derechos sindicales, según los artículos 66 y 68 del Estatuto de los Trabajadores, permiten a los delegados elegidos y a sus organizaciones tener personal liberado, horas sindicales, locales, subvenciones, etcétera, dependiendo de cuál sea su representatividad.

El problema ha surgido cuando están a punto de celebrarse nuevas elecciones en esta compañía, que cuenta con 50.000 trabajadores, y se realizarán el 21 de, noviembre. A partir de que se hagan públicos los resultados, la dirección tiene previsto recortar los derechos sindicales complementários y se ajustará estrictamente a lo que especifica el Estatuto de los Trabajadores.

Los sindicatos reclaman los mismos derechos que en el mandato anterior. Durante el pasado mes de agosto, y según denuncian CC OO y UGT, la empresa ofreció mantenerlos como hasta ahora "y todos los que hubiésemos pedido si accedíamos a adaptar la organización sindical a la organización empresarial que quiere la dirección". Los sindicatos aseguran que se trata de convertirla en 11 empresas con entidad jurídica distinta y, por tanto, les ofrecían pasar de un comité intercentros a 11 comités.

La empresa quiere recibir a cambio de los derechos extras "algo que signifique un mejor servicio al ciudadano", según Jose Luis Adell director de recursos humanos de Renfe. Para sentarse a negociar, la dirección pretende que los sindicatos "pongan encima de la mesa contrapartidas serias". Esta mejora para los usuarios pasa por establecer la autorregulación de la huelga por parte de los sindicatos y asegurar la paz social en días claves para la empresa, como Navidad, o inicio de las vacaciones.

La petición es considerada por CC OO como "un chantaje" y eso supondría "suprimir las huelgas", dice Jesús González, responsable de este síndicato en Renfe que tiene 80 personas liberadas y unas 5.000 horas sindicales cada mes, pero que no revela la subvención económica. UGT es de la misma opinión y lo considera una "frivolidad", según Francisco Javier Cubillo portavoz ugetista, quien afirma que la dirección "cree que los derechos sindicales son algo que se pueden tratar de manera aislada". Esta central recibe millón y medio de pesetas al mes, además de los liberados y horas sindicales.

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