Galgos para el bobsleigh

Primero fue el estadounidense Willie Gault, campeón mundial en Helsinki en la prueba de 4x100 metros y luego estrella del fútbol americano. Dijo que quería ser campeón olímpico de bobsleigh. Lo mismo han dicho sus compatriotas Edwin Moses -plusmarquista mundial de 400 vallas- y Herschel Walker -un excepcional jugador de fútbol americano- Al otro lado del Atlántico, el escocés Allan Wells, campeón olímpico de 100 metros lisos en Moscú, también conoce la emoción y el riesgo de estos ataúdes de acero.

Willie Gault era un velocista excelente, y además un atleta poderoso. Las dos condiciones son necesarias para lanzar el bobs en la salida. El primer tramo es decisivo para ganar una carrera. La arrancada determina en buena medida el resultado Final de la prueba, puesto.que la conducción de la máquina ha alcanzado un grado superlativo de precisión entre los mejores equipos del mundo. Ganar unas centésimas de segundo en la salida es el objetivo prioritario en una competición de bobs. Y nada más seguro para lograrlo que contar con grandes velocistas.Durante su breve etapa atlética, Gault fue uno de los mejores vallistas y velocistas del mundo. Enrolado en los Raiders de Oakland, está considerado todavía como el jugador más rápido de la Liga de fútbol americano. En 1988 ganó su plaza en el equipo que participó en los Juegos de Calgary. Durante el pasado verano, convenció al legendario Edwin Moses para participar en unas pruebas de entrenamiento. Herschel Walker, running back de los Vikings de Minnesota, aprovechó el descanso veraniego y se unió al grupo. El trabajo fundamental de los tres atletas era empujar el carro durante los primeros 40 metros. Luego debían entrar en el bobs, sentarse y rezar.

Ganar centésimas

Ganar unas pocas centésimas en la arrancada es la fijación de cualquier equipo de bobsleigh. Para la tarea se necesitan atletas muy rápidos y potentes, que ronden los 85 kilos y sean capaces de correr los 100 metros en 10.40 segundos. Los tres atletas estadounidenses cumplen esta condición y puede que el escocés Allan Wells también la cumpla. Wells cuenta 38 años, pero se mantiene en una excelente forma fisica. En sus mejores momentos, Wells era un velocista muy poderoso. Dotado con un fisico tremendo, fue capaz de competir y vencer a los mejores atletas negros en los primeros años de la década de los 80. En Moscú fue campeón olímpico. Hace algunos meses recibió una llamada del equipo de bobsleigh del Regimiento de Paracaidistas británico. Comenzó a entrenarse y a sentir el vértigo de esta disciplina. El entrenador del equipo británico, Horst Honlein, el mago que dirigió durante casi dos décadas al equipo de la RDA, está convencido de que Wells puede estar en los Juegos de Invierno del 92 y servir como reclamo a otros grandes atletas.