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Madrid 92 será una ciudad con proyectos culturales inacabados

Juan Carlos Sanz

Antes de los recortes presupuestarios desencadenados por el conflicto del Golfo, ministros, consejeros y concejales programaron proyectos a plazo fijo, de los que queda constancia en las hemerotecas. Ahora en los despachos oficiales cobra carta de naturaleza el "reajuste de calendario", eufemismo para encubrir retrasos, tardanzas y demoras. Los compromisos con una ciudad que va a ser capital europea de la cultura en 1992 han quedado aplazados para otro año. El palacio de Linares, el teatro Real, el auditorio de la Comunidad de Madrid, son algunos de estos proyectos.

En el palacio de Linares, en plena plaza de Cibeles, se han callado los fantasmas. Este lugar, que será Casa de las Américas, agrupa a las tres administraciones implicadas en la capitalidad cultural de 1992. Con 10 meses de retraso sobre el ritmo de trabajo previsto, el Instituto de Cooperación Iberoamericana, el Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid van a desembolsar 3.000 millones de pesetas para crear un centro cultural con el pretexto del V Centenario del Descubrimiento de América. Pero el concejal del Partido Popular Enrique Villoria, responsable de las obras municipales, ya ha confirmado que las demoras acumuladas impedirán inaugurar a tiempo el edificio rehabilitado.Los trabajos se prevén complicados dado el avanzado estado de deterioro del edificio y el valor artístico de gran parte de sus dependencias. La Casa de las Américas pretende ser un centro cultural, diplomático e institucional hispanoamericano compuesto por un Ateneo americano, una Tribuna americana y una Residencia de las Américas. Sólo el Ateneo actuaría como centro cultural.

Por su parte, el consejero de Cultura de la. Comunidad de Madrid, Ramón. Espinar, ya ha ad vertido que el auditorio de la Comunidad de Madrid no estará terminado a tiempo para 1992. El director del Consorcio Madrid Capital Europea de la Cultura, Pablo López Osaba, esperaba contar con el auditorio regional -ya fuera en la plaza de Castilla o en la calle (le San Francisco de Sales- para suplir al nuevo teatro de la Opera, que se ubicará en el antiguo teatro Real. Los retrasos en los planes de trabajo en este último hacen prever que no estará ultimado hasta finales de 1992.

La M-50 no es prioritaria

Evitar el paso por los distritos de Madrid de los camiones en tránsito tampoco entra en las previsiones temporales de 1992. La autovía de circunvalación más extrema, la M-50, tendrá que esperar turno piara una mejora del clima económico. El consejero de Política Territorial, Eduardo Mangada, ya ha advertido de que no se trata de: una obra "prioritaria".

Por ahora sólo están en marcha los tramos comprendidos entre la carretera de Andalucía y la de Extremadura, en una zona donde la Comunidad de Madrid desarrolla una gran actuación de revitalización urbanística. Pero fuentes del departamento de Política Territorial confirman que "no hay un compromiso de fechas con el Ministerio de Obras Públicas para trazar el quinto cinturón".

También se quería llegar a Barajas en un tren de lujo que partiendo de la estación de Nuevos Ministerios llegara al aeropuerto de Barajas en 20 minutos. Estos días se están estudiando las propuestas de siete grupos inversores, entre los que se encuentra Renfe, para participar en el concurso de adjudicación del proyecto.

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Proyectos del Madrid 92 finalizaran un año después

Viene de la primera páginaMientras se perfilan los trámites burocráticos ya se sabe que construir el ferrocarril directo a Barajas puede costar "al menos tres años".

Una vez en el aeropuerto civil de Madrid, por el que pasan al año 15 millones de pasajeros, las previsiones apuntan a un próximo colapso en el tráfico aéreo. Cada dos minutos despega o aterriza un avión en Barajas. El organismo público Aeropuertos Nacionales ya ha dispuesto la ampliación del área de estacionamiento de las aeronaves, donde se producen, atascos parecidos a los de la autopista de acceso.

En Barajas, sus dos únicas pistas se entrecruzan, y las operaciones deben espaciarse por evidentes razones de seguridad. Una nueva pista paralela a alguna de las ya existentes desatascaría la terminal. "No es fácil decir cuánto tiempo tardará en construirse, pero seguro que más de dos años", revela un portavoz de Aeropuertos Nacionales. Por ahora, tan sólo se espera prolongar una de las plataformas para agilizar aterrizajes y despegues.

Tren de alta velocidad

El 19 de abril de 1992. Curiosamente, Renfe es el único organismo que se compromete a dar una fecha exacta para cumplir su proyecto de tren de alta velocidad -rebautizado ahora como Alta Velocidad Española (AVE)- "Estamos batiendo todos los récords de construcción en las obras de la línea Madrid- Sevilla", se ufana Manuel Pérez Beato, responsable de construcción del programa AVE.

Monumento emblemático

El pasado jueves se supo que peligra la construcción del monumento más emblemático del Madrid de 1992: la esfera armilar. Un globo monumental de 92 metros de altura que representa la Tierra, los astros del sistema solar y las constelaciones. El secretario de Estado de Cooperación, Luis Yáñez, anunció que la sociedad estatal Quinto Centenario se retira del proyecto a causa del ajuste económico sufrido en la Administración tras la crisis del Golfo.

Los 2.000 millones de pesetas que la sociedad estatal iba a aportar han caído víctimas del recorte. La cooperativa Promoción Social de Viviendas (PSV), vinculada a UGT, contribuía con otros 4.000 millones para erigir la esfera en la urbanización Valdebernardo, donde construye viviendas sociales. Pero el gerente de la cooperativa, Carlos Sotos, ha anunciado que el monumento no podrá estar concluido antes de diciembre de 1992. El secretario de Estado de Cooperación, en una velada crítica a los mandatarios municipales, confiesa que le gustaría "que el Ayuntamiento apoyara también el proyecto" para garantizar su ejecución. Al día siguiente, el alcalde declaró que el municipio no pensaba financiar tal símbolo.

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Sobre la firma

Juan Carlos Sanz
Es el corresponsal para el Magreb. Antes lo fue en Jerusalén durante siete años y, previamente, ejerció como jefe de Internacional. En 20 años como enviado de EL PAÍS ha cubierto conflictos en los Balcanes, Irak y Turquía, entre otros destinos. Es licenciado en Derecho por la Universidad de Zaragoza y máster en Periodismo por la Autónoma de Madrid.

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