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Leguina y Acosta pugnan por controlar el PSOE de Madrid tras la tregua del congreso

El acuerdo de los sectores de la Federación Socialista Madrileña encabezados por su presidente, José Acosta, y por su secretario general, Joaquín Leguina, paría acudir unidos al 32º Congreso Federal del PSOE ha supuesto una breve tregua en su batalla por el control de la FSM, que continuará desde hoy mismo hasta la celebración del congreso regional de enero. Ambos resaltaron ayer su ambición de lograr un respaldo mayoritario en ese congreso. Después de tres días de debate, la FSM registra una fragmentación del sector oficial y una alianza táctica de Leguina con Izquierda Socialista.

Esta convergencia determinó que triunfara su propuesta de que en el 32 congreso del PSOE sea debatida una reforma para que la gestión de la ejecutiva federal y la elección de sus miembros se realice por voto individual de los delegados y no por los jefes de delegación.Mientras que Leguina y los portavoces de IS, Antonio García Santesmases y Manuel de la Rocha subrayaron ayer el simbolismo de esta victoria, Acosta resaltó que sus seguidores se abstuvieron en la votación con la "voluntad política" de favorecer que todas las propuestas lleguen al congreso federal. Acosta se amparó en esta actitud para eludir el comentario sobre las votaciones que han ganado Leguina e IS.

El pulso soterrado de Leguina y Acosta se mantuvo hasta el último minuto del congreso y se hizo público en las conferencias de prensa que ambos protagonizaron. El motivo fue el alto porcentaje de votos (28%) obtenido por IS en la elección de la delegación que irá al 32 congreso, en la que obtuvo 14 de los 55 puestos. Acosta acusó a Leguina de haber aportado votos a IS, debilitando la representación de la mayoría (69% de los votos). La consecuencia que extrajo fue que con esta actitud no había sido del todo leal con el compromiso adquirido con la ejecutiva federal de forjar una mayoría fuerte.

Al conocer esta interpretación, Leguina reprochó a Acosta el que éste "no acabe de entender la democracia", dado que una de sus esencias es el voto secreto. Según su análisis, militantes que no están de acuerdo con IS han deseado que su voz sea escuchada en el congreso federal, máxime cuando no peligra la representación de la mayoría oficial.

Los debates y, sobre todo, los comentarios en los pasillos de este congreso extraordinario han creado en muchos asistentes la impresión de que asistían a una tregua de una guerra política que se intensificará cuando termine el congreso federal.

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El consenso pactado días atrás, con la intervención de la ejecutiva del PSOE, se plasmó en la aprobación casi unánime de la gestión del equipo de Felipe González en los últimos tres años, la composición de la citada lista de delegados y la aprobación de diversas enmiendas. Los socialistas madrileños aprobaron una resolución política, defendida en representación del sector de Leguina por Alfredo Pérez Rubalcaba, secretario de Estado de Educación.Este documento se caracteriza, a diferencia de otro más oficial presentado por Carlos Sanjuán, próximo a Alfonso Guerra, por solicitar la extensión a todas las votaciones del sufragio individual y poner término a la obligación de militar en la UGT. En el primer aspecto coinciden con IS, que lo ha reivindicado durante muchos años, y en el segundo con la ponencia aprobada por el PSOE de Cádiz a propuesta de su presidente, Ramón Vargas Machuca. Asimismo, los socialitas alaveses acordaron ayer sumarse a esta última petición, informa Pedro Gorospe.

Otro de los aspectos que necesariamente se debatirá en el próximo congreso federal será la incorporación a la ejecutiva federal de "una representación más variada" de quienes respaldan el proyecto de Felipe González. Joaquín Almunia, ministro para las Administraciones Públicas, aludió ayer en este sentido a quienes como él pertenecen a "la mayoría" pero considera necesaria una mayor democracia interna.

Almunia y los ministros de Educación y de Transportes, Javier Solana y José Barrionuevo, fueron elegidos para asistir como delegados al congreso federal, a propuesta de Leguina. Juan Barranco fue elegido por consenso y Luis de Velasco, ex secretario de Estado de Comercio, a propuesta de IS. Teófilo Serrano, secretario de Estado para las Administraciones Públicas, figura como número dos, a propuesta de Acosta.

El congreso de la FSM fue clausurado ayer por el presidente del PSOE, Ramón Rubial, quien animó al debate pero reclamó "disciplina".

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