El Gobierno y el Congreso intentan un acuerdo sobre el déficit de EE UU

El Gobierno de EE UU y los líderes demócratas y republicanos del Congreso iniciaron ayer lo que podría ser el último intento de llegar a un acuerdo para reducir el déficit presupuestario e impedir la entrada en vigor de drásticos recortes en el gasto público a partir de mañana.Una fuente próxima a las negociaciones declaró que los republicanos podrían abandonar su exigencia de reducir el impuesto sobre los beneficios del capital, que constituye el principal punto de discrepancia entre ambas partes desde el comienzo de las negociaciones, hace cuatro meses.

Los demócratas argumentan que dicha reducción, propuesta por el propio presidente estadounidense, George Bush, beneficia principalmente a los ciudadanos de mayor poder adquisitivo. "Quedan muchos asuntos por resolver", declaró el líder de la minoría republicana en el Senado, Robert Dole. "Soy optimista. Estamos comprometidos a resolver el problema", añadió Dole.

La Cámara de Representantes y el Senado han convocado sendos plenos para el hoy, en anticipación de un acuerdo, cuyo principal resultado sería una reducción del déficit en 50.000 millones de dólares durante el año fiscal 1991, que comienza el lunes, y en otros 450.000 millones durante los cuatro años siguientes.

En caso de no alcanzarse un compromiso, el déficit se reducirá en 85.000 millones de dólares de forma automática el lunes, tal como establece la ley Gramm-Rudman, que obliga a la disminución del desequilibrio entre gastos e ingresos del Estado.

Esta reducción del gasto público afectará a la disponibilidad de fondos para la agricultura, y acarreará el cierre de más de 100 torres de control aéreo, así como recortes en recursos para educación y a varios organismos de lucha contra la droga y el crimen

La persistencia del déficit, que este año se calcula sobrepasará los 200.000 millones de dólares es uno de los mayores desafíos para la estabilidad económica de Estados Unidos.

En caso de no llegarse a un acuerdo hoy es probable que el Congreso autorice un presupuesto temporal que permita al Gobierno cumplir con sus pagos en la primera quincena de octubre.

Uno de los principales puntos pendientes de resolución en las negociaciones es si los beneficiarios de la Seguridad Social deben pagar una mayor parte de los costes de reducción del déficit.