Grave y aparatoso accidente en Jerez
El piloto irlandés Martin Donnelly (Camel-Lotus) sufrió un grave accidente durante los entrenamientos oficiales del Gran Premio de España de Fórmula 1 que se disputará mañana en el circuito de Jerez (Cádiz). Donnelly, de 26 años de edad, se salió de la pista y su vehículo se empotró en las vallas de protección. Como consecuencia del impacto, Donnelly sufrió traumatismo craneoencefálico y fracturas del fémur, la tibia y el peroné izquierdos, la clavícula derecha y el tobillo. Operado de sus roturas en el hospital sevillano de Nuestra Señora del Rocío, al que fue trasladado en helicóptero, su vida no corría peligro, según el último parte médico facilitado al cierre de esta edición, aunque permanecía bajo observación constante.
Faltaban tan sólo ocho minutos para que finalizara la sesión oficial de entrenamientos y la sombra de la tragedia cubrió el circuito de Jerez, escenario mañana del Gran Premio de España de Fórmula 1. Donnelly, un piloto modesto del equipo Lotus, luchaba por obtener la clasificación. Había utilizado su primer juego de neumáticos y estaba situado en la duodécima posición. Tenía ilusión y ganas de quedar bien ante su firma y su madre y su novia, también presentes. Todo se le vino abajo en la curva Peluqui, en cuarta velocidad y a más de 200 kilómetros por hora. Su coche, amarillo chillón, se fue recto hacia las vallas de protección, donde se empotró. Todo saltó por los aires y él fue despedido hacia la pista, donde permaneció inmóvil hasta que llegaron las asistencias y lo evacuaron rápidamente.Nadie entendió las razones del accidente, ni siquiera Luis Pérez Sala, que lo vio en directo. "No sé qué le habrá pasado. Todo ha sido muy extraño. Se ha salido de la curva sin intentar tomarla", comentó el ex piloto y ahora comentarista de televisión. Algunos hablaron de su inexperiencia, pues es un novato. Donnelly debutó en la temporada pasada en el circo con el equipo Arrows después de un meritorio octavo puesto en el Gran Premio de Hungría.
El brasileño Ayrton Senna, el líder del Campeonato del Mundo, que se acercó al lugar del accidente y se mostró muy preocupado -incluso se puso a rezar-, mantuvo ante los periodistas una tesis distinta: "Todos los coches no son tan seguros como parece. No quiero dar nombres de marcas, pero hay algunos que no lo son". Visiblemente molesto, añadió: "Creo que las pruebas de resistencia que se realizan antes de homologar ciertas partes de los vehículos deberían ser más rigurosas. Hay que meditar profundamente y no olvidar que nos jugamos la vida".
Críticas al circuito
El francés Alain Prost esbozó otra teoría y culpó al circuito de Jerez. "Es la última vez que corro aquí", dijo. La Federación Internacional (FISA) estuvo en la misma línea que Prost y solicitó a la empresa concesionaria que lo reforme. En definitiva, el accidente volvió a cuestionar el futuro en la Fórmula 1 de Jerez, amenazado por el nuevo trazado de Barcelona.Senna (McLaren Honda), que se proclamará nuevo campeón en caso de ganar la mañana, fue el más rápido (1.18,900 minutos) en la primera sesión de los entrenamientos, interrumpidos durante 43 minutos por el accidente. Consciente de la importancia de la pole position en un circuito como el de Jerez, Senna batió en la reanudación de los ensayos el récord de la vuelta más rápida que él mismo poseía con 1.20,291.
Prost (Ferrari), que no volvió a los entrenamientos tras su suspensión momentánea, sólo pudo ser el cuarto, con 1.20,026, por detrás de su compatriota Jean Alesi (Tyrrell Ford, 1.19,923) y el austriaco Gerhard Berger (McLaren, 1.19,643).
Prost, el máximo rival de Senna por el título, sigue siendo el foco de atención. La tormenta desatada por sus declaraciones contra el director deportivo de la escudería italiana, Cesare Fiorio, tuvo ayer otro episodio. En el parque del circuito, Piero Fusaro, el presidente de Ferrari, y Fiorio tuvieron una reunión amigable, como ellos la calificaron, con un grupo de periodistas. Las actitudes de Fusaro y Fiorio fueron muy distintas. El primero adoptó una postura de estadista mientras ocultaba su mirada detrás de unas gafas de sol. El segundo no era el hombre arrogante que acostumbra y daba la sensación de haber recibido una tremenda reprimenda de sus superiores. Prost afirmó en la televisión italiana que, si él quería, Fiorio sería destituido de su cargo de director deportivo.
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