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Las nuevas locomotoras

Las provincias españolas de desarrollo intermedio tuvieron una fuerte expansión entre 1985 y 1989

Entre los años 1985 y 1989 se ha registrado el periodo de mayor expansión económica en España desde la crisis del petróleo de 1974. Pero no todas las provincias han participado por igual en el reparto de la riqueza. En los últimos cuatro años, tanto las 10 provincias más ricas como las 10 más pobres han perdido posiciones en el conjunto de la renta nacional, aunque ha sido mayor la disminución de riqueza en las menos desarrolladas. Las 32 provincias restantes, que se sitúan en la media, han ganado participación relativa. Así lo recoge el informe sobre la renta del Banco Bilbao Vizcaya.

Los últimos cuatro años de la economía española se han caracterizado por un crecimiento económico fuertemente expansivo, el mayor de los registrados desde la crisis del petróleo del año 1974. Según el informe sobre la renta nacional de España, en el periodo 1985-1989 la economía española creció a una media del 4,7%.El comportamiento de las diferentes provincias fue, sin embargo, desigual. En los dos extremos se encuentran el 7,6% anual acumulativo de Santa Cruz de Tenerife y el 1,8% de la provincia de Lugo, afectada por la crisis de la industria del aluminio.

Por zonas geográficas, la mayor expansión económica la han protagonizado las provincias insulares y las que forman el arco mediterráneo, desde Gerona a Huelva. También han crecido con fuerza las que se encuentran en el valle del Ebro, aunque de una forma menos intensa.

Por el contrario, el menor crecimiento en el cuatrienio corresponde en general a las provincias del interior y, dentro de ellas, a Cuenca, Soria y Jaén, afectadas por la crisis del sector agrario. Sin embargo, Lugo, Guipúzcoa y Cantabria constituyen la excepción entre las zonas periféricas, ya que su crecimiento se ha situado por debajo de las del interior, debido a la crisis industrial.

Vizcaya, la excepción

Las provincias de la zona cantábrica también han registrado un crecimiento por debajo de la media nacional (entre el 3% y el 4%, frente a una media del 4,7%). La excepción es Vizcaya, ya que su fuerte recuperación en 1989 eleva su crecimiento medio del cuatrieno al 4,3%.Una de las principales conclusiones del informe del BBV es que el mayor aumento de riqueza corresponde a las 32 provincias de desarrollo intermedio, mientras que tanto las más ricas como las más pobres pierden posiciones. La disminución relativa de riqueza es superior, sin embargo, en las zonas menos desarrolladas.

Según este informe, las 10 provincias españolas con mayor nivel de producto interior bruto (PIB) por habitante -Baleares, Gerona, Álava, Tarragona, Madrid, Barcelona, Zaragoza, Navarra, La Rioja y Alicante-, que en 1985 absorbían el 46,20% del PIB de España, han reducido ligeramente su participación en 1989 para situarse en el 45,85%.

Ésta pérdida relativa del 0,76% para las provincias más ricas prueba, según el informe, que el producto español en el cuatrieno expansivo 1985-1989 no ha tendido a concentrarse en las provincias más desarrolladas".

Las 10 provincias menos desarrolladas -Jaén, Badajoz, Granada, Orense, Cuenca, Córdoba, Lugo, Zamora, Avila y Albacete-, que en 1985 aportaban el 7,92% del PIB español, han limitado su participación en 1989 al 7,68%, lo que supone una pérdida relativa del 3,03%.

La consecuencia final es que las 32 provincias restantes, incluidas Ceuta y Melilla, han ganado participación relativa, al pasar de una aportación del 45,88% del PIB en 1985 al 46,47% en 1989. La ganancia relativa del 1,29% "muestra cómo la mayor expansión relativa de la economía española se está dando en las provincias de desarrollo medio", según el informe.

Santa Cruz de Tenerife

En la clasificación de riqueza se han registrado además cambios de posición en el periodo 1985-1989. Así, Santa Cruz de Tenerife ganó nueve puestos (del 24º al 15º); Cádiz, Castellón y Ciudad Real han escalado cinco puestos; Ávila y Las Palmas ganaron cuatro, y La Coruña, tres.Por el contrario, Lugo y Soria retrocedieron seis puestos y se situaron en los lugares 46º y 32º, respectivamente, en la tabla de PIB por habitante en 1989; Cuenca, Guadalajara y Valencia perdieron cuatro, y Burgos, Cantabria, Guipúzcoa, Jaén y Melilla descendieron tres.

El primer puesto en la clasificación de PIB por habitante lo mantiene Baleares, mientras que al segundo puesto asciende Gerona, en lugar de Álava, que pasa a ocupar el número tres. El cuatro sigue siendo Tarragona; el cinco, Madrid y el seis, Barcelona.

El informe señala que en el bienio 1988-89 se ha registrado el mayor crecimiento económico de los años posteriores a la crisis petrolera. Su crecimiento se sitúa en una tasa anual real del 5,3% y que esta tasa ha sido la que ha introducido algunos cambios entre las provincias. La baja cosecha agrícola de 1989 en las áreas de secano promovió algún debilitamiento en las. provincias castellanas, leonesas y manchegas.

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