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Entrevista:

"Intentaré que no pierdan ni Acosta ni Leguina"

Juan Antonio Carbajo

En su retiro abulense de La Adrada, Juan Barranco ha invitado a comer, por separado, a Acosta y a Leguina, fiel a su misión conciliadora. Aún no ha querido llamarlos a la misma mesa.Pregunta. ¿El papel de hombre bueno es el más cómodo?

Respuesta. Lo más cómodo sería no tener que desempeñar ningún papel y continuar como hemos estado en los últimos años, trabajando juntos. Pero puestos a tomar una decisión prefiero el papel de intentar sumar y no restar.P. ¿Le propuso Felipe González asumir esa misión?R. Nadie me ha animado a ello, como nadie me ha animado a hacer otras cosas.P. La defenestración de Rodríguez de la Borbolla indujo a Leguina a decir que ponía sus barbas a remojar.R. La prudencia no se tiene que confundir con docilidad o silencio, pero hay que tener cierta continencia verbal en ocasiones.P. ¿Qué separa a Acosta de Leguina?R. Yo parto de la idea de que están de acuerdo en el 90% de las cosas importantes. Las diferencias están en que hay unos compañeros que ponen más el acento en la fidelidad al partido y otros que quieren un debate más abierto y tienen un concepto menos arraigado de la disciplina. Pero no es malo si somos capaces de convivir y aunar fuerzas.

P. Acosta parece que no confía en que Leguina pueda ganar las próximas elecciones autonómicas. ¿Usted sería el candidato si Acosta fuera elegido en enero secretario general de la FSM?

R. Hay algunos que piensan que podría ser una de las fórmulas. Yo todavía no me planteo ese tipo de cuestiones. Prefiero seguir acumulando experiencia en la oposición y hacerlo bien en el Senado. Lo que tengo claro es que a la elección final se llegará por la vía del diálogo.P. ¿En el fondo de su vanidad política no espera ser llamado a la Administración central?

R. No, de verdad. Por referirme a algo actual, a mí me costaría mucho tomar una decisión como la que el Gobierno se ha visto obligado a adoptar mandando unos barcos al Golfo, aunque posiblemente lo haya tenido que hacer para no quedarse aislado. Siendo responsable de una ciudad no tienes que tomar esas decisiones. Las ciudades en el contexto internacional se mueven por principios de hermanamiento, de ayuda. Estoy más a gusto y reconciliado conmigo mismo en la política municipal.

P. ¿Cómo puede utilizar el millón de votos que obtuvo en las elecciones al Senado?

R. Yo no creo que tenga un enorme capital político con ello, como dicen algunos estúpidos. Es una confianza que obtienes en un momento determinado y que tienes que utilizar para procurar que vivan cada vez mejor los ciudadanos que te la han dado. Si los utilizas para otra cosa, para cuestiones personales o luchas internas, los acabarás perdiendo.

P. Algunos piensan que ese capital servirá para que usted gane las elecciones a la presidencia de la Comunidad de Madrid.

R. Y las podría ganar. Pero también se pueden ganar las del Ayuntamiento. Las grandes ciudades no tienen por qué estar perdidas para la izquierda. El mensaje de racionalidad que hay que dar para solucionar los problemas de las grandes ciudades coincide con el mensaje socialdemócrata, de centro-izquierda, por el que yo apuesto. Hace años, eso, dentro de mi partido, era casi un insulto. Ahora el desplazamiento hacia el centro es evidente tanto en los modos como en los contenidos.

P. ¿Entonces no es el hombre más idóneo para gobernar en coalición con Izquierda Unida?

R. Es una de las posibilidades que existen. Yo ya he gobernado con el PCE y no fue una experiencia mala. Además, cuando se trabaja sobre temas concretos en la vida municipal, la carga ideológica es menor.

P. ¿Es más largo un año en. la oposición?

R. Mi gestión desde la oposición me ha supuesto un esfuerzo de reciclaje y aprendizaje, aunque no es más ingrato que el ejercicio del poder cuando lo haces con un mínimo de exigencia.P. Siendo alcalde, Ayuntamiento y Comunidad chocaron varias veces en temas urbanísticos.R. El urbanismo son decisiones que hay que tomar sobre los espacios comunes en los que todos tenemos que convivir, y todos debemos opinar. El urbanismo no es cosa de los urbanistas. La modificación del centro no es una cosa que se decida en presupuestos teóricos, hay que preguntar, y eso roza con la concepción que tienen algunos del ejercicio del poder. Algunos podrían ser magníficos ministros con Ceausescu.Mangada y Matanzo

P. Eduardo Mangada, el consejero de Política Territorial, ¿actúa así?

R. Mangada es un hombre valioso, con gran experiencia; pero el urbanismo no lo puede hacer uno solo. Estas pretensiones chocan con la cultura democrática. Iluminados, cuantos menos mejor.

P. De Matanzo dijo que es el exponente de la cultura del orden y el garrote, pero él presume de su amistad y de llamarle Juanito.

R. Sí, pero luego me insulta, aunque no se lo tomo en cuenta. Le tengo afecto personal, aunque para lo bueno y para lo malo es el símbolo más representativo del actual equipo de derechas que gobierna Madrid.P. ¿Acosta o Leguina?R. Papá o mamá; blanco o negro; conmigo o contra mí. Me ha pillado muy mayor hacer definiciones tan tajantes. Yo quiero que ganen los dos y para eso voy a ver si consigo que no pierda ninguno. En 10 años ha sido así, ¿por qué no cuatro más?

"El tráfico se soluciona con millones y riñones"

J. A. C. Pregunta. ¿Es partidario de cerrar el centro de Madrid al tráfico?

Respuesta. Los problemas del tráfico se solucionan con muchos millones y muchos riñones, por ese orden. Lo primero es invertir en mejorar el transporte público y luego aplicar medidas coercitivas, y no al revés, como ha hecho el actual equipo de gobierno con el Plan Red. El cierre al tráfico del centro no es una medida buena a corto plazo, pero no ha de despreciarse. Unos buenos servicios de autobuses en la almendra central son en sí una medida de disuasión.

P. Se le achacó que castigó a la clase media no actuando de forma decidida en el tráfico y la inseguridad.

R. Es posible, pero está justificado. Cuando llegamos al Ayuntamiento tuvimos que hacer lo que en justicia debíamos hacer: paliar el gran desequilibrio que había entre los barrios del sur y el norte y el importante deterioro del centro de la ciudad. Muchos barrios han mejorado sus condiciones de vida. En el futuro podremos elaborar programas para beneficiar de forma clara a las capas medías.

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