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Reportaje:NOCTURNO MADRILEÑO

Verano de agua dulce

Los asiduos al pantano de San Juan están acostumbrados a llamar playas a esas pequeñas cos tas en forma de media luna, donde estiran la toalla cada fin de semana varios centenares de madrileños. Es el más popular, grande y quizá el más bello de los embalses de nuestra comunidad, privilegios que se han vuelto contra él y lo están deteriorando a marchas forzadas.Donde en tiempos aparcaban una procesión de Seat 600, hoy a duras penas se puede circular a través de un suelo irregular que no evita la acampada salvaje de familias enteras, perros sudorosos bañándose entre gente que chapotea inconscientemente, rodeados de patines de agua, barcos y motoras; parejas de enamorados pelando la pava en un rincón, animados por la orquesta de chicharras; algún ingenuo buscando desesperadamente agua potable; varios restaurantes compitiendo en gastronomía de feria, chuletas brasa, paellas o conejo al ajillo, con las respectivas barbacoas familiares que arden peligrosamente entre los pinos, tendederos de toallas y trajes de baño y, por fin, las correspondientes criaturas, que no dejan de preguntar cuándo termina su larga digestión.

No es de extrañar que el panorama resulte irritante para la cara limpia del pantano, el Real Club Náutico. La parte reservada a los 300 socios que acuden los domingos a navegar, pintar sus barcos, comer y tomar el sol. Hace 30 años que quedó inaugurado el recinto donde el Rey, todavía príncipe, dio sus primeros pasos en la vela. Tres mil pesetas al mes y una cuota de entrada que hace grandes descuentos a federados y aficionados de verdad no hacen del todo accesible el ingreso al club, siempre pendiente de una baja o, como en todas las asociaciones privadas, un repaso al historial de cada tino.

Dura convivencia

Durante el invierno, los 17 kilómetros de agua son de uso casi exclusivamente marinero y rega tista. Pero cuando el calor aprieta, la convivencia entre las dos caras del embalse transcurre a duras penas. "Sólo nos gustaría que el Ayuntamiento de San Martín de Valdeiglesias regulara la acampada, que ahora es ilegal y controlara las condiciones higiénicas de los chiringuitos. Algunos no tienen ni agua potable. La gente se lava en el pantano y hasta beben del embalse".

José María Martín Puertas y Gonzalo Navarro, presidente y comodoro del club, respectiva mente, son dos erripedernidos navegantes que no dejan pasar un fin de semana sin perder de vista tierra firme. "¿Sabe cuánto vale un barco normalito, con un camarote?, poco más de un millón de pesetas. Bastante menos que cualquiera de las motos que se ven por aquí", explican en un intento de desclasar los deportes náuticos sin reparar en que cualquier chaval de barrio ha tenido más a mano un descampado que una playa, y seguramente aprendió antes a montar en bicicleta que a nadar. Una vez allí, se conforman con los alquileres del embarcadero El Ancla, que ofrece pedales y piraguas a 600 pesetas la hora, galeón a 230, barcas de remos a 475 y motoras por 2.240 pesetas para alejarse de la espesura durante 60 minutos.

Tres veces al año, 80 niños a cargo de 15 monitores conviven en el pantano en cursillos de vela de dos semanas de duración y 40.000 pesetas de tarifa. Mientras el presidente y el comodoro del club, como el resto de los socios, sueñan con el final del verano para dedicarse en cuerpo y alma a sus barcos, muchos otros lamentan el fin de esos poco higiénicos baños semanales, calcados del neorrealismo italiano. Unos arrían las velas y otros pliegan la tienda de campaña hasta la próxima primavera, porque la tortilla en el pantano "sigue sabiendo mejor".

Las 'playas' de Madrid

Pantano de San Juan. San Martín de Valdeiglesias, desvío antes de llegar a Pelayos de la Presa. Está a 70 kilómetros. (El cine de verano Los Molinos está a la entrada).Club Náutico de Madrid, en dicho pantano. Teléfonos 411 23 94 y 864 61 90.

Otros embalses

Embalse del Manzanares, Navacerrada, La Encinilla, La Jarosa, Cerro de Alcorcón, Navalagamella, Las Picadas, playa fluvial río Alberche, El Pardo, playa fluvial río Jarama, embalses de El Vellón, El Atazar, El Villar y Puentes Viejas.

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