Juan Polo y Óscar Torrado
Primeros españoles finalistas en el concurso de ballet de Barna
Acaban de llegar de Bulgaria, donde han participado en uno de los más prestigiosos concursos internacionales de ballet, el de Barna. Juan Polo y Óscar Torrado, de 21 y 17 años, respectivamente, son los primeros bailarines españoles que han llegado a la final en este concurso. Para Juan Polo, primer bailarín del Ballet Clásico de Madrid desde hace cuatro años, ha sido su segunda experiencia en Barna, mientras que Óscar Torrado, miembro del Ballet del Teatro Lírico Nacional desde el año pasado, ha vivido por primera vez este concurso.Juan Polo es menudo, con posturas de bailarín y gesto vehemente, en el que se nota la mímica del teatro y también el deseo de ser escuchado. En el concurso ha destacado su gran elasticidad, salto y línea bien formada; cualidades que atribuye al trabajo de su maestro, Adolfo León, pues el bailarín se autodefine como "antidanza" por naturaleza. En Barna ha conseguido ser contratado para varias producciones del Ballet de la Opera de Budapest y, lo que le produce más orgullo, haber sido elegido por el presidente del concurso como pareja de la medalla de bronce femenina para bailar en la gala final el Festival de lasflores de Genzano, con un solo ensayo, traje prestado y entendiéndose con la bailarina búlgara por señas.óscar Torrado, alto y proporcionado, sólo tiene de niño la cara, y de adolescente, esa manera de decir las cosas entre tímida y tozuda con la que rebate a veces las opiniones de Juan. Acudió al certamen "con una prima y una amiga de 12", que le acompañaron los primeros días. Luego quedó solo frente a esa experiencia que cataloga de "muy fuerte". Le han afectado las injusticias, los nervios de las pruebas y las incomodidades del escenario. Con el cuerpo relajado en el asiento dice que sólo quiere descansar y no pensar en más concursos, aunque, como a Juan, le han animado a probar el de París. Desde los ocho años su única profesora ha sido Virginia Valero en el conservatorio madrileño.Los dos jóvenes, "muy orgullosos de haber llegado juntos a la final" y sobre todo contentos por la solidaridad que han encontrado entre los compañeros, se quedaron a las puertas de las medallas al declararse desiertos varios de los premios. En la modalidad senior masculino no hubo medalla de oro ni de plata. "Y el bronce fue un tongazo", explica Juan Polo. "Se repartió entre un ruso que mereció el oro y un búlgaro que tenía menos puntuación que yo". En los junior tampoco hubo oro y el segundo y tercero fueron repartidos. "Me merecílel segundo", dice obstinado Oscar, "pero será que no les gusté".
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