Asfixiado por el fútbol

"Nunca he disfrutado jugando al fútbol, pero ahora esta sensación era peor. En estos momentos, el fútbol es un sufrimiento para mí", confesaba el jueves Iñaki Álaba, un jugador de 23 años, estudiante de Derecho, un futbolista que contaba con todas las probailidades para ganarse un puesto como titular en la defensa donostiarra. A una edad en la que la mayor parte de los jugadores sueñan con la gloria, Alaba ha dejado el fútbol, una decisión que ha provocado la sorpresa, casi la conmoción, en su equipo.

Cuando restaban escasos minutos para que el reloj señalara las siete de la tarde del pasado jueves, Iñaki Álaba -acompañado de Iñaki Alkiza, presidente de la Real Sociedad-entró en los vestuarios del campo de Atocha, lugar donde sus compañeros se preparaban para intervenir en el entrenamiento de la jornada.Algunos jugadores se extrañaron al observar la presencia del máximo dirigente del club, pero su sorpresa sería mayor unos instantes después. Ante la imposibilidad de que el defensa pudiera articular dos palabras, Iñaki Alkiza, también emocionado, comunicó a sus jugadores que "Álaba me acaba de comunicar que abandona el fútbol". Ninguno entre sus compañeros acertó a comprender lo que acababa de oír.

Pero no era un sueño, o una broma. Un jugador de 23 años, en el comienzo de una carrera prometedora, había decidido colgar las botas. Aunque estupefactos, todos sus compañeros le mostraron su apoyo, algo que agradeció de corazón, ya que en la noche anterior no pudo conciliar el sueño ante lo que le esperaba unas horas después.

Esta es la segunda vez que ocurre un caso de abandono imprevisto del fútbol. Antes del inicio de la temporada 1960-1961, Elías Querejeta, que llegó a jugar con el actual presidente de la entidad, rechazó la oferta del club para renovar su contrato. En una decisión que sorprendió a todos, el centrocampista colgó las botas y se decidió probar fortuna en el mundo del cine. Dicen que un crítico deportivo consideró que la actuación de Querejeta en un partido había sido "pundonorosa" El calificativo le pareció suficiente a Querejeta, un estilista, para dejar el fútbol y probar fortuna en el cine.

La titularidad

Álaba, que se retira después de jugar 24 partidos y obtener un gol, tenía asegurada su titularidad para esta temporada. Sin embargo, él ha optado por dejar un juego que le angustiaba "Nunca he disfrutado jugando al fútbol. Es más, había comenzado a sufrir. No tengo ninguna gana, ninguna ilusión por seguir metido en este mundo. La única solución, viendo que mi futuro no está aquí, es retirarme".Hace tiempo que comenzó a meditar la posibilidad de abandonar, pero la falta de valentía constituía un obstáculo difícil de superar: "La gente tiene que entender que el fútbol no me hace feliz, lo que me ha llevado a tomar esta decisión, que sé que es difícil de entender y de explicar. No es una rabieta de una semana. Es una cosa que llevaba pensándola hace muchos años, lo que pasa es que no me sentía capaz de dar el paso definitivo".

La crisis se agudizó hace 15 días. Aunque el pasado jueves hizo pública su postura, la decisión definitiva fue adoptada la semana pasada. "He llegado a desesperarme. Me encontraba dentro de un círculo sin salida. He llegado a cambiar de carácter jugando al fútbol. Lo he pensado absolutamente todo Soy consciente de las consecuencias negativas que acarrea mi decisión, pero espero obtener alguna consecuencia positiva. Me he dado cuenta de que no tenía otra solución. Mi única salida era dejar el fútbol".

El jugador tiene claro el nuevo enfoque que le va a dar a su vida: "Conozco lo que es el fútbol. Estoy en un momento en que o dejo el fútbol o se me plantea la posibilidad de seguir 10 años más, algo a lo que no estoy dispuesto. Es una vida que no me gusta. Tengo 23 años y la oportunidad de ganarme la vida de otra manera. Voy a tratar de finalizar la carrera de Derecho".