El chófer de un autobús de la EMT detenido por conducir borracho

Francisco N. R., de 30 años, conductor de la Empresa Municipal de Transportes (EMT), fue detenido cuando en la tarde del pasado domingo pilotaba un autobús en estado de embriaguez, según han informado fuentes policiales. Éstas han añadido que aquél estuvo a punto de atropellar a una dotación de la unidad especial de tráfico de la Policía Municipal de Madrid.A las siete de la tarde del pasado domingo, unos agentes que se hallaban prestando servicio en la confluencia del paseo de las Acacias y la glorieta de Pirámides tuvieron que apartarse rápidamente para no ser arrollados por un autobús de la línea 36, matrícula M-0237-BC, que cubre el trayecto entre el barrio de Campamento y la plaza de Carlos V.

El conductor realizó una maniobra brusca, sin causa aparente ni justificada, y estuvo a punto de salirse de la calzada.

Los policías detuvieron al conductor y le realizaron la prueba de alcoholemia, que dio resultado positivo, tras lo cual recomendaron a los pasajeros que descendieran del vehículo y esperaran la llegada de otro autobús de la misma línea. Las fuentes informantes no han podido precisar cuántos usuarios viajaban en el autobús.

Francisco N. R. fue arrestado y trasladado a la comisaría del distrito de Arganzuela, situada en la Ribera de Curtidores.

Análisis de sangre

El detenido accedió voluntariamente a ser llevado con posterioridad al equipo quirúrgico de la calle de Montesa, donde los facultativos de guardia le hicieron un análisis de sangre. El laboratorio confirmó que el conductor tenía 2,4 miligramos de alcohol en sangre (lo máximo permitido por la ley es 0,8), lo que supone que se hallaba bajo un fuerte estado de embriaguez.

El chófer municipal declaró que no podía comprender cómo había dado positivo en el análisis de alcoholemia, explicando que durante el almuerzo realizado unas horas antes había ingerido tan sólo tres vasos de vino con gaseosa, un café y una copa de coñá.

Los agentes del Cuerpo Nacional de Policía de Arganzuela tramitaron diligencias por un presunto delito contra la seguridad del tráfico.

El detenido, que hasta ahora carecía de antecedentes delictivos, fue puesto en libertad en la propia comisaría, sin pasar por el juzgado de guardia. No obstante, fue advertido de que deberá comparecer cuando sea llamado por el juez que se encargue de realizar la instrucción sumarial.