Mubarak dice que la guerra es inevitable y envía miles de soldados a Arabia Saudí

Hosni Mubarak considera que la guerra en el golfo Pérsico es inevitable. El presidente egipcio se mostró ayer "extremadamente pesimista" sobre las posibilidades de que se alcance un arreglo y dijo que "no hay ninguna esperanza" de encontrar una solución pacífica a la crisis. Mubarak anunció después el envío de miles de soldados egipcios a Arabia Saudí.Eran los primeros de la fuerza de intervención árabe en apoyo del régimen wahabí y de los pequeños Estados petrolíferos que están en el punto de mira de la máquina de guerra del presidente iraquí, Sadam Husein. El dispositivo se puso en marcha con una celeridad inusitada a las pocas horas de que 12 países decidieran crearlo en El Cairo.

Sirios y marroquíes se unirán próximamente a las fuerzas egipcias. La decisión de la cumbre de la Liga Árabe reflejó la división en el seno de un conjunto de países que están hablando siempre de unidad, pero que nunca son capaces de conseguirla. Libia, la OLP y, por supuesto, Irak votaron en contra.La tenaza sobre Sadam Husein se estrecha, pero, si hay guerra, tal vez pase algún tiempo antes de que estalle. Así parece entenderlo el presidente norteamericano, George Bush, que se niega a ser un "rehén" en la Casa Blanca e inició ayer sus vacaciones en Maine, donde declaró que vería con agrado el derrocamiento del, hombre fuerte iraquí. "Cueste lo que cueste alcanzar nuestros objetivos, eso es lo que debería ocurrir", añadió el presidente norteamericano en su residencia de verano de Kennebunkport.

El Pentágono tiene ya listo el plan de despliegue de la fuerza internacional (en la que Estados Unidos tendrá un peso predominante), aunque lo mantiene en secreto. Sólo ha habido una filtración: que tendrá un mando doble, occidental y árabe.

Entre tanto, España ultima los detalles de la que habrá de ser su contribución al despliegue militar internacional. Está dispuesta a enviar una pequeña flotilla, formada, probablemente, por una fragata, dos corbetas y un buque de transporte, si así se acuerda con sus aliados.El Gobierno preferiría que el destino de estas unidades fuera el Mediterráneo para sustituir a la VI Flota en algunas de sus misiones, pero no se niega a que se envíen al Golfo, pese al riesgo de entrar en combate que ello supondría.

El ministro español de Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez, informó ayer telefónicamente al líder del Partido Popular, José María Aznar, de los planes del Gobierno, que explicará personalmente el martes en Madrid al propio Aznar y a los dirigentes de Izquierda Unida y otros partidos políticos.

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