Todo el aire de un 'crash'

La Bolsa de Madrid registró ayer la segunda caída más fuerte de su historia al ceder el índice general un 6,26%. Esta nueva baja se ha debido a la inercia provocada por el descenso de más de 900 veces en Tokio y por la apertura de Wall Street que, cuando había transcurrido una hora de sesión perdía casi 100 puntos. La acumulación de órdenes de venta desde el pasado viernes hizo que 40 valores del mercado continuo no pudieran cotizar a la hora de la apertura, pues el poco papel que en ese momento estaba dispuesto a comprar exigía un margen de caída superior al 5% establecido.La corriente vendedora fue ganando fuerza a medida que avanzaba la sesión, lo que hizo que a mediodía el descenso del índice fuera de 18,71 puntos, una cifra sólo superada por las bajas de octubre de 1987. Entre las razones que explican esta actitud de los inversores están la incertidumbre sobre el plazo de resolución de la crisis del Golfo Pérsico, los efectos secundarios que ésta pueda tener sobre los sistemas económicos, y los primeros rumores sobre el IPC de julio y la influencia que tendrá en este mes la subida de los combustibles. Como dato positivo está la leve mejoría que experimentaron al cierre unos cuantos valores y un volumen que indica que algunos precios atraen al dinero.