La FIBA modifica el reglamento y busca espectáculo

La Federación Internacional de Baloncesto (FIBA) aprobó ayer una serie de modificaciones en su actual reglamento con el fin de que los partidos adquieran mayor interés para el espectador. Las nuevas normas, que regirán desde el 5 de septiembre y serán de aplicación obligatoria dentro de un año, evitarán algunas de las tácticas dilatorias de los equipos que van por delante en el marcador.

Será obligatorio lanzar todas las faltas personales y los entrenadores no tendrán la posibilidad de optar entre el lanzamiento de tiros libres y la retención del balón cuando el conjunto rival haya alcanzado las ocho faltas.

Antes de que se reanude el juego, el árbitro deberá tocar el balón y, por lo tanto, el cuadro a la defensiva no tendrá la oportunidad de ponerlo en movimiento sin necesidad de dicha premisa. Las sanciones serán acumulables a partir de ahora, por lo que existirá la posibilidad de que se efectúen más de dos y de tres tiros libres consecutivos sobre una determinada canasta. En ellos, la entrada de los jugadores a la zona se permitirá una vez que el ejecutor suelte la pelota y no como hasta ahora, que no se autorizaba hasta que aquélla llegase a tocar el aro.

Se acordó también la posibilidad de que, en vez de los 40 minutos actuales, los partidos tengan una duración de dos tiempos de 22 o cuatro de 12. Para ampliar el tiempo de juego sólo será necesario un acuerdo previo entre los equipos que disputen el partido, aunque en las competiciones oficiales de la FIBA la duración de los encuentros seguirá siendo de 40.

El congreso de la FIBA eligió como nuevo presidente de esta organización al estadounidense George Killiam, que obtuvo 61 de los 84 votos posibles y ganó claramente al otro aspirante al cargo, el australiano Alistair Ransay.

Camisetas rayadas, no

La FIBA aprobó otras medidas, como la prohibición del uso de camisetas rayadas en las competiciones que ella organice, lo que quiere decir que el Barcelona y el Joventut de Badalona, entre otros, deberán cambiar su indumentaria habitual en las Copas de Europa. Esta decisión se adoptó por la dificultad que tienen los árbitros para distinguir los números de los jugadores cuando visten este tipo de indumentaria.

Se prohibió que en los uniformes aparezcan marcas de tabacos, alcoholes y fármacos recogidos en la reglamentación antidroga del Comité Olímpico Internacional (COI) y la publicidad en las mismas se limitó a una banda de ocho centímetros de ancho como máximo.

Se aprobó también, con la oposición de Italia y España, el acuerdo firmado entre la FIBA y la NBA sobre la contratación de jugadores. Según el mismo, la FIBA no aprobará los contratos que considere que no se ajustan a dicho pacto.