"Estoy dispuesto a pedir perdón los árbitros en una iglesia", asegura el presidente del Atlético
El presidente del Atlético de Madrid, Jesús Gil, anunció ayer estar decidido a rectificar públicamente sus descalificaciones a los colegiados si con ello se solucionan los graves problemas que aquejan al arbitraje español. "Estoy dispuesto a pedir perdón a los árbitros en una iglesia si ello sirve para normalizar su situación y se olvidan de su ex dirigente José Plaza", manifestó. Por otro lado, Gil ha encargado 15.000 relojes para repartir entre sus socios. Su importe lo pagará con los 10 millones de pesetas que recibió ayer del Barcelona con ocasión del fichaje de Milla por el Real Madrid.
La crisis del arbitraje español, suscitada con motivo de, las elecciones presidenciales al rechazarse la candidatura de José Plaza, registra día a día nuevas complicaciones. La junta electoral decidió ayer suspender cautelarmente a Pedro Sánchez Sanz como sustituto de Plaza en la presidencia al acatar la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid. Los colegiados, a un mes del inicio de la temporada, no cuentan con cabeza visible, de cuyas funciones se encarga una junta gestora.El problema originado con las descalificaciones de Gil a los árbitros en la pasada asamblea del fútbol ["teníais que desaparecer todos, no os necesitamos", dijo al referirse a ellos] tampoco ha encontrado aún solución. Ocho de la categoría especial han expresado por escrito su intención de no intervenir en los partidos del Atlético de Madrid mientras el presidente rojiblanco no rectifique. Se trata de Díaz Vega, Martín Navarrete, López Nieto, Villena Peña, Urízar Azpitarte, Miró Pastor, Marín López y Andújar Otiver, quien ya se pronunción en ese sentido en la pasada campaña. A ellos hay que añadir por razones obvias a Mazorra Freire, quien ha denunciado en el juzgado a Gil por llamarle ladrón.
Gil dijo ayer: "Si la solución al problema pasa por ello, estoy dispuesto a pedir perdón a los árbitros en una iglesia". El presidente del Atlético añadió: "Hay que acabar con la situación actual del arbitraje. Hay que acabar con Plaza, que cada temporada se ha encargado de dar la Liga al Madrid. Que los árbitros dejen en paz al presidente de la federación, Villar, y a Sánchez Sanz".
Por su parte, Plaza mantiene firme su postura de presentarse a la reelección con el apoyo de un grupo de árbitros de la Primera División. Mientras tanto, la federación española, presidida por Ángel María Villar, insiste en que Plaza no llegará nunca a dirigir de nuevo a los árbitros porque así lo desean los diferentes estamentos del fútbol. Sin embargo, los colegiados placistas están haciendo resurgir la Asociación Nacional de Arbitros de Fútbol Españoles (ANAFE) para defender sus derechos. Algunos de los promotores de esta idea, como Mazorra Freire, Díaz Vega y Urízar Azpitarte, manifestaron que el deseo de resucitar la ANAFE o constituir una asociacion es mayoritario entre los 60 que integran la categoría especial, así como también entre los restantes.
La federación espera la promulgación de la nueva Ley del Deporte para que el orden se imponga en el arbitraje.
"Recuerdo de don Ramón"
Por otro lado, Gil anunció ayer que ha encargado a una empresa 15.000 relojes para repartirlos entre los socios del Atlético en los partidos del trofeo Villa de Madrid, en este mes de agosto. El presidente rejiblanco ha presupuestado su coste en unos 12 millones de pesetas, de los que 10 corresponden a la comisión que cobré ayer por el fichaje de Luis Milla, ex jugador del Barcelona, por el Real Madrid.
"Los relojes", indicó Gil, "llevarán en una parte el escudo del Atlético y en otra la incripción: 'Recuerdo de don Ramón". ¿Por Ramón Mendoza? "No pondremos el apellido para evitar cualquier problema, aunque suponga que todo el mundo se imagina a qué don Ramón nos referimos".
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