Sensacional marca de Sergi López en Seattle

Barcelona ya tiene un guión para 1992, Sergi López y Mike Barrowman (EE UU), compañeros de entrenamiento y rivales, unidos por la amistad y la dedicación, y casi inseparables en la vida real y en el deporte. Ambos batieron el récord mundial de los 200 metros braza en el inicio de los Juegos de la Amistad. Fue un resultado de película, al que también se unió Kirk Stackle (EE UU). Barrowman superó su plusmarca de 2.12.89 minutos, con 2.11.53; Sergi López, segundo, logró el record europeo, igualado con Stackle en 2.12.24. En los 100 espalda ganó Martín López Zubero, marca mundial del año, con 55.68 segundos.

El éxito de los dos españoles de 21 años fue la sorpresa de la primera jornada de competiciones. Martín nadaba en su prueba más floja (los 200 espalda es su mejor distancia) mientras que Sergi estaba rodeado por las estrellas de los 200 braza. A su derecha nadaba Barrowman, también de 21 anos, quien batió el récord mundial en dos ocasiones el año pasado y fue considerado el mejor nadador americano del año. Por la izquierda tenía a Stackle, de 21 años, el campeón universitario, y al húngaro Karoly Guttler, de 22 años, subcampeón olímpico de 100 metros. "Yo esperaba un nuevo récord mundial", afirmó Stackle. "Pero no estaba seguro de quién sería".López salió en penúltimo lugar, al contrario que Barrowman y Stackle, quienes fueron en busca del récord desde el momento que se zambulleron. López, según su costumbre, incrementó su ritmo cada 50 metros e hizo el último largo de piscina más rápido de su carrera para alcanzar a Stackle justo en el momento final. Para el ganador de la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Seúl, fue su primera gran actuación de la temporada. Había llegado a Seattle con la 191 mejor marca mundial solamente.

"No me siento frustrado por no haber ganado. Al contrario, estoy muy feliz", afirmó López. "Ahora sé que si sigo entrenando conseguiré mi meta. Lo que me fastidia fue haber empatado. Fue una carrera rara. Estoy haciendo cosas diferentes con mi estilo" Según Barrowman, el tiempo que consiguió fue el resultado de un verano fuerte y duro. Él y López se entrenan bajo la dirección del húngaro Joszel Nagy, en un club en Rockville (Maryland), en las afueras de Washington D. C., y el año pasado estaban clasificados primero y tercero, respectivamente. Es una amistad inusual y hasta la fecha de gran resultado. Se llevan bien porque les gusta nadar, porque les gusta animarse uno al otro durante los entrenamientos y porque comparten los mismos gustos en la música (Dire Straits) y en otros pasatiempos. "Creo que sólo somos enemigos cuando nos metemos al agua", declaró Barrowman.Ritmo

En cuanto a López Zubero, nadó al ritmo que él quería. También salió lento y llegó a los 50 metros penúltimo. Pero recuperó tiempo bajo el agua en el giro y consiguió la delantera cuando faltaban 25 metros, manteniendo el primer puesto sin dificultad. Su victoria con 55.68 segundos, sorprendió al comentarista de la piscina, quien estaba demasiado preocupado por el progreso de los soviéticos Sergei Zabolotriov y Vladimir Shematov, segundo y tercero respectivamente con 56.26 y 56.35 segundos.

Zubero, que hizo historia cuando se proclamó campeón europeo en los 100 metros espalda, afirmó que fue animado por el éxito de López. Sin embargo, no quiso proclamar que su victoria era una premonición para 1992. "Queda mucho tiempo", dijo. Es un chico tranquilo que conoce sus habilidades, pero dice no estar impresionado consigo mismo. Es todo lo contrario a López, que necesita la presencia de Barrowman para llegar a la cumbre. Los dos se conocieron en 1987, cuando ambos eran estudiantes de primer año de universidad, y entrenan juntos hace un año. "Muchos días es una guerra", afirmó López.