Los alumnos del húngaro Nagy
Sergi López pasó los primeros 50 metros en séptima posición; fue cuarto en la pared de los 100; en los 150 todavía figuraba en la cuarta posición; sus últimos 50 metros fueron los más rápidos de una prueba en la que sólo faltaba el británico Nick Gillingham. Sergi batió el récord de Europa, mejoró la anterior plusmarca mundial y quedó segundo tras el plusmarquista Barrowman, pero su pujanza fue tan extraordinaria que dio la impresión de estar preparado para derrotar en cualquier momento al americano.Su progresión en los dos últimos años ha estado unida a la de Barrowman. Los dos se han beneficiado del magisterio del húngaro Joszef Nagy, el entrenador que mejor entiende la prueba de 200 metros braza, probablemente la más dura de la natación. Nagy viajó a Estados Unidos hace tres años. Allí comenzó a adiestrar a Barrowman, un nadador muy discreto. que había llegado a los 18 años con una mejor marca personal de 2.19. Tres anos después el americano nada en siete segundos menos.
Sergi López vio que era necesario seguir la estela del técnico húngaro para intentar el salto a la cima. Dejó la poderosa universidad de Indiana y al venerable Doc Councilman, el entrenador que ha gestado los mayores éxitos de la natación norteamericana en los últimos 30 años, y se enroló en la American University, un centro de segundo orden situado en la ciudad de Washington. Allí estaba Nagy.
En este año, Sergi López se ha situado a la altura de Barrowman, con el que acostumbra a entrenarse. Sus progresos son de tal magnitud que sería lógico verle como campeón olímpico en Barcelona 92.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.