A Olazábal se le cruzó el 17
A Olazábal se le cruzó el 17. Con tres uno bajo par en el 1, el 5 y el 8 y un juego consistente al que sólo le habían faltado unos milímetros de fortuna con el putter en el 2, el 3, el 9, el 10 y el 16 para ser glorioso, estaba, con menos 9, a la expectativa. Pero su único error le costó muy caro, un dos sobre par, en la penúltima etapa. Falló su aproximación al green.
La pelota aterrizó a un costado de su fatídico obstáculo arenoso. Quiso patearla, no le dio el impulso necesario para que remontase la loma y cayó en la trampa. "Lo intento, pero... A lo peor es que no sé jugar mejor", comentó con acento fatalista. Por su parte, Rivero conservó, con tres uno bajo par y un dos sobre par, su regularidad y José María Cañizares, con tres más uno y un tres sobre par, la extravió.
