El líder del PP dice que la renuncia de Oreja no es un asunto de fondo

El presidente nacional del Partido Popular, José María Aznar, se negó ayer a comentar en Bilbao la dimisión de Marcelino Oreja como portavoz en el Parlamento Europeo y como dirigente del PP. "Yo me ocupo de los temas políticos de fondo y del proyecto político en su conjunto", insistió en responder una y otra vez durante una conferencia de prensa destinada a presentar al candidato del PP a lehendakari, Jaime Mayor Oreja, sobrino de Marcelino Oreja. "La carga del silencio, a veces muy pesada, también hay que saber mantenerla", se limitó a comentar.El líder del PP dijo no haber leído en la prensa las críticas dirígidas contra él por la falta de debate en la dirección del partido y se remitió a las actas de las reuniones para negarles veracidad.

Aznar recurrió a todo tipo de evasivas para rehuir pronunciarse sobre la decisión de MarcelinoOreja: "No me pida que haga referencias personales, porque no las hago"; "no puedo ni debo entrar en otro tipo de consideraciones"; "si se quieren objetivar los problemas no se pueden poner en una dimensión personal"; "yo vuelvo a decir, no hay comentario sobre esas cuestiones".

Cuando un periodista le preguntó "¿cómo explica usted, como presidente del partido, el abandono de la dirección por parte del señor Oreja?", Aznar le replicó: "Bueno, mire usted; usted hace una interpretación que es la suya pero tal vez a uno, también, en el ejercicio político cotidiano le cuesta a veces reconocer algunos paisajes que se le ponen o se le pueden poner por delante".

"He dicho", agregó, "que pueden producirse situaciones en el seno de una familia o de una organización de mayor o menor íncomodidad personal. Esta situación hay que saber respetarla y hay que saber no comentarla desde la responsabilidad que uno tiene. No habiendo, como se ha reconocido, ninguna diferencia estratégica, ninguna diferencia política de fondo, no es a mí a quien le corresponde ilustrar las decisiones de los demás".

No hay marcha atrás

El presidente del PP también se negó a comentar si considera un error suyo la ausencia de Oreja en su entrevista con el presidente de los democristianos europeos, y presidente del Gobierno belga, Wilfried Maertens, o si habría informado a Oreja de los preparativos en caso de haber sabido las consecuencias que iba a tener la marginación de¡ portavoz parlamentario europeo. "Yo doy marcha atrás", señaló, "cuando conduzco mi coche para aparcarlo o para no chocarme con algo; de lo contrario el coche sigue la dirección adecuada".

Aznar negó la marginación que Marcelino Oreja dice haber padecido porque "no hay nadie en el Partido Popular que haya apoyado o vaya a apoyar a Oreja como lo he hecho yo", dijo. Asimismo, se negó a referirse al denominado "clan de Valladolid" -"le rogaría que hablásemos sobre asuntos reales, matizó al periodista- y tampoco quiso entrar en las críticas a su liderazgo y a las denuncias de falta de debate en el partido manifestadas tras la dimisión de Oreja.

Según Aznar, la razón de la aproximación cada vez mayor a la internacional de la democracia cristiana es el peso de esta organización en la CE, la mitad de cuyos Estados miembros tienen presidentes de Gobierno afines al PPE. "Lo importante es que en noviembre el Partido Popular Europeo comienza la discusión de un proyecto de Constitución europea y nosotros vamos a estar ahí", subrayó Aznar.