Rose Kennedy
La madre del clan cumple 100 años
Rose Kennedy, la matriarca de la familia Kennedy, cumple 100 años de edad el próximo día 22, aunque la fiesta para celebrar su cumpleaños se celebró ayer, domingo. Trescientas cincuenta personas, entre las que se encontraban cuatro de sus nueve hijos, 28 nietos y 22 bisnietos, participaron en la fiesta organizada por su hijo Edward, el senador por Massachusetts y eterno candidato demócrata a la presidencia.El party, donde se entonó el cumpleaños feliz, se celebró en el cuartel general de la familia Kennedy, en Hyannis Port (Cape Cod-Massachusetts), y la lista de invitados incluía a la crema del Partido Demócrata norteamericano.
El Congreso también ha decidido honrar el centenario de esta mujer que ha dado vida a una de las familias políticas más poderosas y respetadas de EEUU. El Legislativo norteamericano ha anunciado que celebrará una jornada en honor de la madre de los desaparecidos John y Robert Kennedy, dos leyendas de la historia política de Estados Unidos.
Mamá Kennedy ha anunciado que no podrá viajar al Capitol Hill, en Washington, para recibir el homenaje de la clase política porque se halla confinada en una silla de ruedas desde que hace algo menos de un año sufrió un ataque que imposibilitó parte de su cuerpo, y últimamente suele estar muy cansada. Rose Kennedy ya es demasiado frágil para abandonar su casa y emprender un largo viaje. Sus largas caminatas, sus paseos en velero y sus picnics en Cape Cod se han convertido ya en un recuerdo para ella.
La matriarca de los Kennedy, definida por su hijo Edward como "la inspiración de esta familia", apenas sale de su casa, y es difícil verla en lugares públicos. Rose no suele hablar tampoco de su tema preferido, la política.
Su última frase pública, sin embargo, se la dedicó a su hijo Edward. "Algún día, quizá, Ted decidirá si busca la presidencia; los tiempos y las circunstancias deberán ser favorables; quiero verle presidente de EE UU porque sé positivamente que él está preparado para llegar a ese despacho y hacer cosas maravillosas por este país", comentó Rose Kennedy hace cinco años durante la celebración de su 95º cumpleaños.
Hija de un alcalde de Boston y casada en 1914 con un ambicioso banquero del Estado norteamericano de Massachusetts llamado Joseph Kennedy, la vida de Rose Kennedy no se podría resumir en un libro biográfico. Su vida tiene demasiados detalles, y algunos quizá tan interesantes como sus esfuerzos para formar a sus hijos y soportar la muerte prematura y violenta de algunos de ellos. Su hijo mayor, Joseph, murió en combate aéreo durante la Segunda Guerra Mundial. John, el segundo de los varones, fue asesinado en Dallas en 1963, a los tres años de ser elegido presidente de Estados Unidos. Sólo cinco años más tarde, el tercero de los hermanos, Robert, fiscal general durante la presidencia de su hermano, fue asesinado también en Los Ángeles cuando estaba muy cerca de ser el segundo de los Kennedy en llegar a la Casa Blanca.
Rose y su esposo, Joseph Kennedy, fueron los primeros embajadores norteamericanos en el Reino Unido que consiguieron que el rey Jorge VI y la reina Isabel visitaran la embajada de su país en Londres. También fueron los primeros católicos que consiguieron romper las rígidas estructuras políticas de este país, dominadas completamente por los protestantes.
Fue la formación religiosa de esta mujer y de su esposo la que permitió que su familia comprendiera la injusticia de las diferencias raciales y que fueran unos Kennedy, sus propios hijos, los primeros en encauzar legalmente los derechos civiles de los negros norteamericanos.
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