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Tour 90

Delgado: "Las diferencias no son insalvables"

Luis Gómez

Pedro Delgado dedicó la jornada de descanso a la recuperación y al protocolo, que obliga a efectuar un balance de la situación. "No creo que las diferencias sean insalvables", manifestó, "porque en la tercera semana suceden cosas extrañas y hay ciclistas que piensan que han llegado a ella con más reservas de las que verdaderamente tienen. Mi obligación es estar a la expectativo. Delgado prefiere pensar que se beneficiará de las estrategias del PDM y el Zeta, los equipos de Breukink y Lemond. En cualquier caso, aceptó un reto. ¿Qué le parecería jugárselo todo en la última contrarreloj? "Eso estaría bien, no sería lo peor".

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Delgado dedicó ayer hora y media a su cuerpo y muchas más a su imagen. Cumplió con las entrevistas de rigor y posó para cientos de cámaras. Entre pregunta y pregunta, Delgado expuso su visión del Tour y de lo que puede venir por delante, cuando está situado a 9.02 minutos del líder, Chiappucci, a 7.45 de Pensec, a 2.07 de Breukink, y a 1.35 .de Lemond: "La voz cantante en las próximas etapas la tienen que llevar los PDM y los Zeta, si quieren derribar a Chiapucci antes de que sea demasiado tarde. Era lógico que en los Alpes esperasen mis ataques y se beneficiaran de ello, pero su obligación es hacer la carrera más dura, y la mía, mantenerme a la expectativa. Uno se cansa de dar siempre la cara para que se beneficien otros".Delgado, al igual que sus principales adversarios, sostiene que el Tour se ha dividido en dos por las consecuencias de la primera etapa. A ese respecto, el único que resta por ser descartado es Chiapucci: "Para un corredor que aspira a ganar el Tour, los Alpes o los Pirineos son muy peligrosos, pero para un corredor como Chiapucci, las etapas del Macizo Central -hoy y mañana también van a ser muy duras por que son difíciles de controlar. Existe, además, un grupo de corredores, entre los que pueden estar Alcalá y Bugno, que todavía piensan en ganar y que quizás intenten algo. Una acción de alguno de ellos puede cambiar el resultado de la carrera antes de que llegar a los Pirineos".

Delgado no parece extrañarse demasiado de la actuación del líder italiano: "A Chiapucci le ha beneficiado la estrategia de los demás en los Alpes, porque el Zeta controlaba la situación. Sus compañeros de aquella escapada han ido cediendo terreno y él lo cederá. Y dependerá de él más que de cualquier otra cosa".

Examen de rivales

Delgado se vio en la obligación de examinar a sus dos principales rivales, Lemond y Breukink: "A Lemond le he visto bien, atento y activo durante la primera semana. Luego ha estado sereno por la fuerza que mostraba su equipo. Creo que ahora tendrá que cambiar de táctica y va a ser cuando mejor se le pueda observar. En cuanto a Breukink, le doy como principal favorito porque nos lleva ventaja y porque está muy bien. Le visto correr fácil en carrera. Le veo ahora más peligroso que Lemond". Delgado, finalmente, explicó su opinión sobre su estado de forma en comparación con otros años: "Me mantengo igual, pero me da mucha moral ver que respondo cada vez en las contrarreloj y sin detrimento de la montaña. En cuanto a este Tour, me alegro al pensar que va a hacer calor en las próxiínas etapas".

"Desde el punto de vista médico, el Tour no está perdido. La salud de Delgado permite la batalla y está preparado para ella" Carlos Barrios, médico de la clínica Universitaria de Navarra, es quien algo más cerca puede estar de conocer el desgaste que han sufrido los corredores del equipo Banesto. Su misión no sólo es la de cuidar la salud de los corredores, sino tratar de cuidar sus energías.

Los elementos de medición con que cuenta son escasos, porque el gran secreto de toda carrera sigue siendo el mismo: ¿cuánta fuerza le queda a cada cual?. Cada mañana, los corredores se someten al veredicto de la báscula y de la tension arterial. Después de cada etapa se repite la medición. Y Carlos Barrios busca, si procede, alguna explicación.

Barrios calcula a diario cuánto líquido habrá perdido cada corredor en la carrera para actuar posteriormente y suplir tal pérdida de forma equilibrada. "Lo único que podemos hacer es vigilar el peso y controlar la rehidratación". Así, cada corredor se encuentra cada tarde en su mesilla diversos líquidos y alimentos que ha de ingerir en las dos horas siguientes a la finalización de cada etapa.

"Durante esas dos horas", señaló el médico, "el músculo es capaz de absorber todo el glucógeno que ha perdido y ese es un momento para que empiecen a reponerse, antes de la ducha y del masaje. La mejor prueba de ello es que, dos horas despues, son capaces de cenar abundantemente".

El parte médico de Carlos Barrios señala que Delgado llegó al Tour con 65 kilos de peso y ahora está en 63,8, que tiene 11/8 de tensión y que sus pérdidas han sido regulares o a veces insignificantes. La mayor preocupación la concitó Induráin, quien llegó a sufrir una pérdida preocupante, cercana a los tres kilos, tras la etapa de Alpe d´Huez. Caso curioso es de Luquin, quien engordó tres kilos como consecuencia de un tratamiento contra una gripe que sufrió al principio de la carrera y que ahora permanece medio kilo por encima de su peso inicial. "Hay gente que aún no ha dado el 100% y que aún está con moral. La situación es buena. Están preparados para dar la batalla en la tercera semana", dice el doctor.

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