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Tour 90

Ronan Pensec, un líder francés

Francia necesitaba tener su jornada de gloria, tras llevar la moral de capa caída desde el abandono de Laurent Fignon. El ciclismo francés no tiene un líder firme desde la retirada de Bernard Hinault y sí muchos aspirantes. Ayer triunfaron al menos tres: Claveyrolat, el ganador de la etapa, y Mottet, que se tomó así la revancha de la contrareloj, y ambos recuperaron el desastre hasta ahora de su equipo RMO, y Ronan Pensec, el hombre de Lemond que se metió en la escapada de Futuroscope. En la primera montaña seria, sus mejores cualidades de escalador le permitieron quitar el maillot amarillo a Bauer. Sin embargo, la incógnita de cuánto resistirá ya es un hecho.Chiappucci resistió

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El italiano Chiappucci, ganador de la montaña en el Giro, resistió tanto como él ayer y sigue a 50 segundos. Bauer no parece ya enemigo, como se esperaba, y en la primera etapa alpina, rápida y dura, pero muy corta, incluso no perdió demasiado tiempo el belga Maasen, el cuarto componente de la aventura inicial que marcó el Tour.

Pero hoy, con el Alpe d'Huez, tras 182,5 kilómetros y dos puertos previos de impresión, las diferencias pueden y deben dispararse. Bernard Hinault, precisamente, comentaba ayer que, si no le atacan, Pensec puede resistir. E iba más lejos, claro: "Yo atacaría, aunque en realidad, jamás me habría permitido el lujo de la escapada de Futuroscope".

Pensec, tras un año 1989 catastrófico, como él mismo reconoció, sólo había brillado a principio de temporada en el Tour del Mediterráneo, donde acabó cuarto. De la etapa de hoy comentó algo significativo: "Es como correr en la Fórmula 1". ¿Resistirá? "Tengo bien las piernas", dijo con un tono irónico que utiliza a veces. "Yo creo que tengo posibilidades de hacer un gran papel, aunque algunos me dan muy poca opción. Espero no darles la razón".

Las aspiraciones de Pensec contrastan con las de Bauer, que ayer fue sometido a un serio correctivo. Bauer estaba convencido de que podía aguantar la primera etapa de montaña, pero ahora ya no cuenta, en principio, para el triunfo final.

No obstante, Bauer es un ciclista que no suele desfallecer y que se crece ante la adversidad. Por eso ahora intenta recuperar el tiempo perdido. Se defiende bien en todos los terrenos, pero ayer se demostró que la montaña se le atraganta más de la cuenta. Ya le sucedió lo mismo en el Tour de 1988, cuando acabó a 12.15 minutos del triunfador, Pedro Delgado.

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