La juez de Aoiz toma declaración a los testigos de la foz de Lumbier

La juez de Aoiz, María Jesús Erroba, que instruye las diligencias por los sucesos ocurridos el 25 de junio en la foz de Lumbier, en los que murieron un sargento de la Guardia Civil y dos etarras, tomó ayer las primeras declaraciones sobre este caso a otros tantos testigos. A lo largo de la jornada, prestaron declaración el cabo Domingo Ortega Torres, que acompañaba, al sargento José Luis Hervás, asesinado por el comando de ETA, y al guardia Benito Rivero, que iba con el sargento José Domínguez Piris en la segunda patrulla de la Guardia Civil que llegó al lugar poco antes del tiroteo inicial.La juez tomó también testimonio al médico y al practicante de Lumbier, Carmelo Sáenz y José Javier Valencia, que acudieron al lugar tras el enfrentamiento, y a un vecino que presenció en el exterior de la foz la huida de un turismo rojo en cuyo interior iban varias personas, una de ellas al parecer con una pistola.

Txeni Gorostiza, abogado de de las familias de los etarras muertos, Susana Arregui y Juan María Lizarralde, señaló que "de lo declarado ayer se deduce que siguen existiendo dudas razonables sobre la versión oficial e incluso", añadió, "hubo testimonios que chocan con las manifestaciones de Germán Rubenach [el etarra superviviente] en relación con su posible participación en la muerte de Susana Arregui".

El defensor de Rubenach, Adolfo Araiz, interpuso en la mañana de ayer una denuncia ante el Juzgado de Instrucción número 1 de la Audiencia de Pamplona por considerar que los guardias civiles que le custodian en el Hospital de Navarra pretendieron el viernes por la noche someterlo a un interrogatorio ilegal, formulándole preguntas sobre su pertenencia al comando Nafarroa. Según Txeni Gorostiza, el propio Rubenach dijo que los guardias le habían formulado preguntas. "No le presionaron a que contestara, pero él tiene miedo porque está solo y a su familia no se le permite acceder a la habitación.