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Carlos Herrera: "Las coplas manejan una clave de lavadero y no de palacio; por tanto, son más verdad"

El director de 'Las coplas de mi SER' lleva las tonadillas a la programación de Telemadrid

Hay quien dice que Carlos Herrera ha elevado la copla a un puesto al que nunca hubiera llegado por propios méritos, ya que ésta era rechazada sistemáticamente por las élites intelectuales. Otros afirman que simplemente se ha limitado a subirse a un carro, el de la tonadilla, en franca recuperación y sólo ha insuflado nuevos y refrescantes aires al género. Él se limita a afirmar que las coplas manejan clave de lavadero y no de palacio, y que, por tanto, son más verdad. Arremete contra los vanguardismos y afirma que, excepto los que perduran, el resto suelen ser auténticos pestiños. Indiscutible revitalizador de la tonadilla, Herrera, que sigue con el programa radiofónico Las coplas de mi SER, llega a Telemadrid con espacios que realizó para Canal Sur, cadena ésta en la que también está con el programa Luna de verano.

El que su trabajo, en televisión y en la cadena SER, le satisfaga y le haya podido disparar el ego, dados los elogios que ha recibido, no quita que Herrera piense que en cualquier momento puede cambiar el tercio: "Siempre pienso que estoy a 10 minutos de abandonar la copla, porque en el fondo soy un triste vendedor de turrones".De los 40 capítulos que Herrera ha realizado con la cadena autonómica Canal Sur de su programa Las coplas, se emitirán 13 por Telemadrid los lunes a las diez de la noche. Entre ellos, los de Juana Reina, emitido el lunes; el de Lola Sevilla, Gracia Montes, Rocío Jurado, Lola Flores, Marifé de Triana Manolo Escobar, Rafael Farina, o uno en el que agrupa a todos.

Con su expresión de niño del que cualquier madre se sentiría más que orgullosa, por lo buen chico que parece, comenta el proceso de fobias y filias que ha generado la tonadilla en esta última mitad de siglo: "Durante muchas décadas, el género de la copla ha estado sometido a diversas utilizaciones del nacionalfolclorismo, normalmente muy ajenas a la voluntad de quienes lo realizaban". Cuenta anécdotas y destaca cómo en los años treinta o cuarenta, Concha Piquer cantaba la misma canción que Miguel de Molina, y ambos estaban muy distanciados ideológicamente.

Herrera analiza cómo este género es parte de nuestra cultura popular: "Al habernos quitado determinados complejos pseudoexistencialistas y al desbrozar un poco esa especie de laberinto de los símbolos, hemos llegado a la recuperación de la cultura popular". Para Herrera, ello es legitimar hasta la normalidad lo que siempre hemos cantado: "La tonadilla es la puesta en pentagrama de la vida, y normalmente las historias que se cuentan en las coplas están desteñidas de posicionamientos ideológicos". El director del programa Las coplas de mi SER destaca de estas canciones: "Son historias pasionales, de muerte, celos, amor y de bajo vientre; cantadas pasionalmente en clave de lavadero y no de palacio, y, por tanto, son más verdad". En este sentido, Herrera afirma que no hay recuperación, sino un posicionamiento normal.

Ladrillos y pestiños

También concluye que lo que hoy se llama en muchas ocasiones vanguardismo es algo a rechazar: "En nombre del vanguardismo se han hecho auténticos ladrillos y pestiños insoportables. Este país está mucho más amargado desde que el vanguardismo tuvo que ser abrazado por la oficialidad". Habla de movimientos culturales que se autotildan de vanguardistas en función de que son más aburridos. Y finalmente afirma que en esas nuevas tendencias no hay más que una copla reciclada: "Lo que cantan No me Pises que Llevo Chanclas o Mecano son copias que cuentan historias cotidianas que han bebido en nuestra cultura popular; lo único, que ahora no hay rejas, ni bandoleros, ni viruela".Mucha gente se pregunta si Carlos Herrera cuando habla de las coplas, tanto en televisión como en, radio, no rezuma una cierta socarronería, ya que siempre maneja una doble lectura, un guiño con cierto aire de cachondeo: "Utilizo doble lenguaje y ello me garantiza doble audiencia; además, todo es ironizable; lo que no voy a hacer es ir de fundamentalista e integrista de los géneros". Herrera tiene claro que lo importante es desdramatizar: "Confundimos la intensidad con la capacidad de desdramatizar, la seriedad con el aburrimiento; se pueden dar auténticas soflamas universales con una doble lectura, una sonrisa y una aparente fragilidad en el verbo; la intensidad no la da el ceño fruncido".

La llegada de Herrera a Telemadrid coincide con la nueva programación de verano de esta cadena autonómica, en la que, además de Las coplas de Herrera, incluyen, entre otros programas, Entre amigos, dirigido por José Luis Moreno, y el programa cultural Verano en la Complutense, realizado, dos veces al día desde El Escorial.

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