Daimler se compromete a buscar una solución a ENASA, tras quedar prácticamente descartada la participación de MAN
Daimler Benz se ha comprometido a buscar una solución a la cada vez más complicada operación de venta de la empresa española ENASA. Prácticamente descartada la participación en la misma de MAN AG -que debía haber adquirido el 60% del fabricante de los camiones Pegaso-, el arreglo que se vislumbra va hacia la participación, junto a Daimler, de alguna de las empresas (Volvo, Fiat o DAF) que habían pujado en su momento por ENASA. En cualquier caso, se trata ya de una negociación a la baja en la que el atractivo de la empresa española se deteriora según pasa el tiempo sin que se le encuentre un nuevo dueño.El ministro de Industria español, Claudio Aranzadi visitó ayer la sede de la empresa de la estrella de tres puntas en Stuttgart junto con el presidente del INI, Jorge Mercader, y ambos se entrevistaron con el presidente de Daimler, Edzard Reuter. A media tarde, inesperadamente, el ministro de Economía alemán occidental Helmut Haussmann voló a la capital de Baden Wertemberg para entrevistarse por segunda vez en dos días con Aranzadi, pero lo que parecía una buena señal no se concretó posteriormente en nada definitivo.
Decisión política
Sólo una decisión política en la que el Ministerio de Economía de la RFA calificara la compra de ENASA por el consorcio formado por MAN AG y Daimler Benz "de interés prioritario para la economía nacional", podría dejar sin efecto la oposición a la operación del Bundeskartellamt, la oficina antimonopolios de Berlín Occidental. Haussmann, definitivamente, parece haber gastado toda su munición en este sentido cuando utilizó esta claúsula para permitir la adquisición del consorcio armamentístico MBB por Daimler, a principios de este año. Las secuelas dejadas por esta operación en el Ministerio de Economía de Bonn se han concretado en el surgimiento de un auténtico lobby anti Daimler, que ahora no ha dejado pasar la ocasión de oponerse a este proyecto.Fuentes cercanas a la operación citan también a MAN AG como causante de su fracaso. Cuando por ENASA pugnaban también Volvo, Fiat y Daf, la oferta de la empresa alemana occidental era una de las que menos posibilidades tenía de hacerse con ella. Fue la llegada de Daimler, llevada de la mano por el Gobierno alemán, que con su 20% de participación inclinó a Madrid por esta oferta. Sin embargo, ha sido precisamente esto lo que frustrado la operación.
La manifiesta enemistad entre las dos empresas alemanas, que nace no solo de su posición competitiva en el mercado alemán, sino del hecho de que Daimler intentó hace poco comprar MAN sin conseguirlo, ha provocado una cadena de acontecimientos que han llevado la operación a un callejón sin salida. Ayer en Stuttgart, todo el mundo daba a MAN corno totalmente descartada de la operación. La postura de esta empresa ha sido en todo momento de atenerse exactamente a lo escrito en el contrato, a sabiendas de que, a estas alturas, era imposible de realizar. Parece evidente que MAN AG no puede, por si sola, llevar adelante la operación presciendiendo de Daimler, y aumentando su 60% de participación, solución a la que no se opondría el Bundeskartellamt y que, pese a no ser del todo del agrado de Madrid, facilitaría una salida. Si así se hiciera, MAN, con la peor de todas las ofertas, se habría quedado finalmente con ENASA.
Daimler, por su parte, parece dispuesta a aumentar su 20%, pero no en una cantidad suficiente. Ni los mediocres resultados de este año lo hacen recomendable, ni las previstas inversiones en la República Democrática Alemana.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.