Todo un montaje publicitario

El ciclismo no existiría sin la publicidad. Hace ya muchos años que apareció en la parcela profesional y el montaje unido a la televisión es el que sostiene todo el tinglado. Curiosamente, la bicicleta o todo lo relacionado con el ciclismo queda en un segundo plano.Porque el equipo belga Weinmann es el único de los 22 participantes en el Tour que tiene relación directa con el ciclismo. El resto es una larga lista de marcas que han considerado rentable invertir su dinero en él. Algunas, como Z, ropa para niños, pagando la cifra récord de 600 millones a Greg Lemond.

Otro equipo relacionado con el vestir es el Carrera italiano, pantalones vaqueros que se anuncian con el rimbombante eslogan: jeans de Italia para Estados Unidos. En este grupo entra también el español Kelme, zapatillas.

La electrónica es el ramo más directamente representado con el francés Toshiba y los holandeses Panasonic, todo un clásico, el más veterano del pelotón, y el PDM. La invasión japonesa audio-vídeo incluso alcanza al segundo patrocinador del tercer equipo holandés TVM, una compañía de seguros, con la marca Yoko.

Precisamente los seguros, aparte de PDM, tienen en carrera al equipo suizo Helvetia, también apoyado por el único medio informativo patrocinador directo, el periódico de Ginebra, La Suisse.

Amueblar una casa

Con los equipos inscritos en el Tour se podría amueblar y decorar una casa. Habría que empezar pintando la vivienda con pinturas del belga Histor; seguir poniendo en el suelo una cerámica italiana Ariostea y en el techo unas lámparas Alfa-Lum de San Marino! Finalmente, además de colocar unos muebles Chateau d'Ax italianos, cabría completar la decoración con los modelos de bricolaje Castorarna. Incorporados los productos electrónicos, así como los vestidos, el proceso podría seguir con las bebidas y la alimentación: jugos y batidos hispano colombianos Ryalcao-Postobón, cervezas holandesas Buckler y supermercados norteamericanos 7 Eleven.

Y una vez asegurados, y con bicicleta, el banco tendría que ser Banesto, la agencia para enviar mensajes o paquetes Seur, ambos españoles, y el dinero sobrante podría jugarse a la Lotto belga o a la ONCE también española. Para encontrar trabajos temporales cabría dirigirse a la empresa francesa RMO.

Los niños, pues, lo tienen claro con sus ídolos: vestirán prendas Z, por Lemond; grabarán el Tour en cintas PDM, por Alcalá: pedirán a su padre que les abra una cuenta en Banesto, por Delgado; y pintarán con la marca Histor, de Roche, una estantería Castorama, de Fignon.