Firmeza en espera de los datos sobre desempleo

Los mercados bursátiles norteamericanos se mantienen a la expectativa tras las declaraciones que efectuó la semana pasada el presidente Bush en torno al espinoso problema de una nueva subida de los impuestos. En efecto, el presidente ha concretado algo más de su sugerencia explicando que lo importante no es que él apadrine una subida de la presión fiscal, sino que el Congreso refuerce una nueva fiscalidad con una actitud bastante más cauta en lo que se refiere al gasto presupuestario. En realidad, Bush ha querido sugerir a la mayoría demócrata del Congreso que aceptaría un incremento de la fiscalidad de las rentas altas a cambio de una disminución del tipo impositivo que se aplica a los incrementos patrimoniales.Por otro lado, la Asociación de Directores de Compras publicó ayer su conocido índice, el cual subió un 551,1% durante el mes pasado, cuando la mayoría de los analistas esperaban un incremento de un 50,7%. El índice que mide la actividad compradora demuestra una mayor fortaleza de la economía, con lo cual los temores recesionistas cobraron menos importancia en la bolsa. De esta manera, el índice Dow Jones subía algo más de 18 puntos al cierre de la sesión. Sin embargo, es posible que Wall Street se mantenga en un compás de espera hasta el próximo viernes, día en el cual se publicarán las cifras de empleo.

La mayoría de los analistas esperan un incremento de unos 140.000 nuevos puestos de trabajo y una tasa de desempleo del 5,3% sin cambio con relación al mes de mayo. El panorama macroeconómico aunque incierto para muchos operadores a corto plazo, sigue basado en la opinión mayoritaria de que la Reserva Federal aflojará las riendas del crédito debido al moderado crecimiento económico.