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La juez de la Foz de Lumbier

Maria Jesús Erroba es la encargada del caso por la muerte de dos etarras en Navarra

La juez María Jesús Erroba Zubeldia tiene 29 años. Esta mujer, titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Aoiz, se ha hecho conocida a raíz de los sucesos ocurridos en la Foz de Lumbier, que ella debe investigar; unos hechos que, según personas que la conocen, le han resultado muy desagradables, aunque no han minado su determinación (lo instruir las diligencias del caso.

Ante la presión de los medios de comunicación, la juez ha optado por no hablar con la prensa y se refugia en la pequeña casa que alberga el edificio del juzgado de esta localidad de 1.700 habitantes, situada a 20 kilómetros de Pamplona. Un juzgado curiosamente ubicado en la Travesía de la Cárcel y que ve llegar a la juez todos los días hacia las ocho de la mañana desde Pamplona, ciudad en la que reside con sus padres.María Jesús estudió la carrera de Derecho en la universidad de Navarra y finalizó sus estudios hace cinco años. Lleva destinada en Aoiz unos seis meses y sus compañeros de trabajo destacan que en tan corto periodo de tiempo ha logrado acelerar extraordinariamente el "embudo" judicial con el que se encontró a su llegada.

La juez del caso de la Foz está soltera y sus ex compañeros de estudios la describen como una persona sumamente estudiosa y con un brillante expediente académico. "Salía poco y siempre estaba entre las cuatro mejores notas de su clase", señala un abogado de Pamplona que cursó estudios con ella. Simpática, afable y accesible, María Jesús Erroba ha te nido que enfrentarse ya en su vida profesional a otros casos con resultado de muerte, entre ellos varios suicidios ocurridos en la localidad de Burlada, hasta hace escasas fechas competencia del juzgado de Aoiz. Le gusta pasar desapercibida, pero mantiene la firme decisión de instruir el caso con la mayor celeridad y a ello está dedicando estos días todos sus esfuerzos.

Uno de los principales problemas con que se encontrará la juez serán los escasos medios materiales de un juzgado más preparado para resolver conflictos de herencias o asuntos de tierras que para instruir un sumario como el relativo al enfrentamiento sangriento entre un comando de ETA y la Guardia Civil. Un secretario y un ayudante constituyen el principal apoyo humano con el que cuenta la juez Erroba para avanzar en su investigación.

Su capacidad de trabajo queda, sin embargo, patente al recordar que tomó declaración en un solo día a 30 personas tras unos graves incidentes ocurridos en el valle de Aranguren relacionados con la instalación de un vertedero de basuras. Precisamente Aranguren ha sido el otro conflicto de dimensión nacional que le ha tocado asumir parcialmente en su breve instancia en Aoiz, una localidad que destaca más por la tranquilidad de su vida diaria y la paz que se respira en sus calles que por los graves asuntos judiciales que le competen.

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