Una familia con mucho cuento

La mujer, maestra de profesión, fue abordada en Alcalá de Henares y tardó poco en ser convencida de que aquel pobre tonto tenía un sobre lleno de estampitas de 5.000 pesetas. Y ella aceptó darle las 215.000 que guardaba en su cartilla de ahorros a cambio de aquellas estampitas. Ni corta ni perezosa, se trasladó a su banco, situado en el barrio madrileño de San Blas, y sacó el dinero. Cuando descubrió que había sido víctima de un engaño era demasiado tarde. No sabía que había tropezado con una familia de timadores, una familia con mucho cuento.

Inspectores de la comisaría del distrito de San Blas han puesto a disposición judicial a Francisco Cruz Rodrigo, de 49 años; a su esposa, Dolores Cruz Torres, de 43; a la hija de ambos, Antonia, de 21 años; y a un tío carnal de ésta, Esteban Cruz Rodrigo, de 37 años, según informó la Jefatura Superior de Policía de Madrid.Los agentes encargados del caso están tras los pasos de Blas Cruz, que está siendo buscado como presuntamente integrante de un clan especializado en los ya clásicos timos de la estampita, el tocomocho y el pasteleo.

Doce ciudadanos han reconocido a los integrantes de la familia Cruz, excepto a la joven Antonia, como las personas que les estafaron mediante diversos e ingeniosos engaños. En la mayoría de las ocasiones, las víctimas fueron timadas por el viejo sistema de la estampita. Otras veces lo fueron a través del tocomocho (décimo de lotería falsamente premiado).

Joyas de chatarra

La policía asegura que alguno de los detenidos también se dedicaba al pasteleo: la venta de joyas que en realidad son un trozo de chatarra, avalando su autenticidad con unos recibos sellados por una inexistente joyería Rafael Moreno con estable cimientos abiertos en Málaga y Sevilla.

Vecinos de San Sebastián de los Reyes, Alcalá de Henares, Alcobendas, Parla y Fuenlabrada han declarado que fueron timados por los detenidos.

El último golpe presuntamente protagonizado por el grupo tuvo como escenario Fuenlabrada, donde sacaron 700.000 pesetas a una anciana.

Francisco Cruz y su hija fueron detenidos en su casa de la calle del Cristo de la Victoria, en el barrio de Usera, mientras que Dolores y Esteban Cruz lo fueron cuando viajaban en un coche donde llevaban una muleta (dos fajos de papeles cuadriculados, cortados con el mismo tamaño que los billetes del Banco de España).