_
_
_
_
Tribuna:ITALIA 90
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

El temor a perder

España debe felicitarse. Pocas veces un partido de un nivel tan bajo mereció tan alta recompensa. El equipo de Luis Suárez ofreció una imagen preocupante. Jamás Inspiró confianza. Tras una primera parte pareja, Uruguay le superó en todos los conceptos del fútbol, especialmente en la posesión del balón y en ocasiones de gol, hasta el punto de convertir a Zubizarreta en la figura de la confrontación. Álvez, el portero uruguayo, en cambio, se convirtió en una estatua de sal. Ni siquiera tuvo que recoger las cesiones de sus defensas, porque el área charrúa fue un desierto.Al equipo español le perdió el temor a la derrota y Uruguay no supo ganar. Al fin y al cabo, ambos técnicos ya habían anunciado, antes de facilitar sus respectivas alineaciones, que lo importante en un debú es no perder. El empate final, sin embargo, no fue consecuencia de un juego igualado. El equipo español acusó una falta de convicción alarmante. Nunca tuvo personalidad sobre la cancha. Nadie adivinó qué pretendía.

Suárez sabía que para ganar la Uruguay hay que moverla, imponer un ritmo de juego vivaz y aprovechar su lentitud de reflejos. Resultó, sin embargo, que España estuvo espesa en ataque y defensa, perdió cuantos balones trató de jugar, y se dejó manejar por la escuadra celeste. Uruguay jamás tuvo problemas para pararse en el campo, ordenarse tácticamente, e imponer su ritmo cansino. Es paña se dejó dormir por Uruguay. Pensó demasiado en el rival y, en estas situaciones, el equipo se inhibe.

Hubo otro dato alarmante. En los balones divididos, siempre llegó primero Uruguay, circunstancia que dice muy poco en favor de la preparación física española. Los nervios de un debú no justifican una actuación como la de ayer, y menos si se tiene en cuenta que el grupo español está integrado por muchos jugadores que han actuado en partidos trascendentes. Tampoco se corrigió nada sobre la marcha.

Quizá cabría pensar que España fue víctima de una mala tarde de un día de esos en que no vale nada. Por eso, lo primero que deben hacer los jugadores y el técnico es sacarse de la mente este partido. Hay que borrarlo y recuperar el nivel exhibido en la fase de clasificación, pensando más en lo que ellos son capaces de hacer que en lo que no deben dejar hacer al rival. Corea de¡ Sur parece un rival propicio para que los españoles recapaciten.

Este artículo ha sido reelaborado periodísticamente por Ramón Besa.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_