La gerencia de la Jiménez Díaz anula su contrato con la clínica
La multinacional American International (AMI), que había sido contratada por la Fundación Jiménez Díaz para ocuparse de la gerencia de la clínica de la Concepción, ha rescindido su contrato con esta institución sanitaria por no poder acometer el plan estratégico de viabilidad previsto para acabar con 10 años de grave crisis financiera que generó un déficit de casi 6.000 millones."La postura de AMI al rescindir el contrato ha sido estrictamente ética y respetuosa con la fundación", dice Gabriel Mascurroll, director gerente hasta esta semana. "Hemos tomado esta decisión", añade, "porque no contábamos con la financiación bancaria necesaria para llevar a cabo el plan de saneamiento, según estaba explicitado en los acuerdos tripartitos entre AMI, la Jiménez Díaz y el Insalud. Por otro lado, la modificación de estatutos del patronato rector ha sido impugnada en el Protectorado de Fundaciones por la Asociación Sindical de Médicos y Facultativos.
Según señala Mascurroll, hasta el mes de agosto, el equipo gerente de AMI seguirá en la Concepción para "buscar soluciones de emergencia y tratar de encauzar la crisis financiera".
Los acuerdos firmados en junio de 1989 preveían que en el plazo de cinco años la multinacional, experta en gestión hospitalaria, acometiera un plan que condujera al saneamiento económico de la clínica.
"Entre otros logros", explica Mascurroll, "desde enero de este año, en que empezó a ser efectiva la gerencia, habíamos llegado a un acuerdo con los ministerios de Sanidad y Consumo y Trabajo y Seguridad Social por el que se nos concedía un periodo de carencia de cuatro años, según el cual, si la clínica dejaba de generar déficit, se condonaría la deuda en concepto de cuota patronal de la Seguridad Social, y que suponía el 85% del déficit total".
En estos momentos, la Concepción tiene 767 camas y cerca de 2.000 empleados. Destina el 80% de sus camas al sector público, y ofrece cobertura asistencial a 264.000 habitantes, de los distritos de Centro y Arganzuela.
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