13 muertos en un nuevo brote de violencia en Pakistán
Un nuevo brote de violencia, que dejó el saldo de 13 muertos en un solo incidente, sacudió ayer a Karachi horas antes de que se iniciase una conferencia de todos los partidos políticos paquistaníes para buscar una solución conjunta a los enfrentamientos étnicos.
El presidente de Pakistán, Gulam Ishaq Jan, señaló que la imposición de la ley marcial en la provincia sureña de Sind no resolvería el problema y pidió un esfuerzo político a toda la nación.Un hombre vació en la mañana de ayer desde un automóvil el cargador de su arma automática sobre las personas que viajaban en un autobús público. El incidente ocurrió en uno de los suburbios de Karachi, el mayor puerto de Pakistán, con cerca de 10 millones de habitantes.
Poco o nada se espera de la conferencia multipartidista para la pacificación de Sind, donde en las dos últimas semanas han muerto unas 400 personas. El MQM (Movimiento Quami Mohajir), que controla las grandes urbes de Sind -Harachi y Hyderabad-, decidió a última hora no acudir a la reunión. Otras cuatro formaciones más pequeñas, entre ellas la nacionalista sindi JSM, tampoco acudieron a la cita.
Gran cantidad de sindis, los antiguos pobladores de Sind y mohajirs, musulmanes de lengua urdu llegados a India en el momento de la división y la independencia del imperio británico en 1947, han optado por resolver a ,tiros sus diferencias. El mismo Gobierno paquistaní reconoce que todos los partidos políticos del país cuentan con "elementos armados", y ha pedido a los jefes locales que traten de desarmar a los incontrolados.
Petición a Bhutto
El presidente Isaq Jan instó a la primera ministra y líder del Partido Popular de Pakistán (PPP), Benazir Bhutto, a que convocara la conferencia, e hizo hincapié en que el mismo PP, que también gobierna en esta provincia, tiene un fuerte brazo armado.El desconteto mohajir se ha agravado estos días con las declaraciones de la diputada del PP, y madre de la primera ministra, Nusrat, Bhutto, de que los militantes del MQM son "terroristas". Según el MQM, el PPP además de tener un brazo armado es responsable de que la policía local, toda ella de la etnia sindi, dispare indiscrimadamente contra civiles mohajirs.
Sindis, mayoritarios en la província pero minoritarios en las ciudades, y mohajirs, iniciaron en 1986 una escalada de violencia para resolver sus diferencias. Este último estallido ha sido el más grave y se teme que las consecuencias duren largo tiempo, ya que el número de muertos se ha reducido únicamente con la entrada del Ejército en las ciudades. Hyderabad se encuentra bajo estado de sitio y en numerosos barrios de Karachi se ha implantado el toque de queda.
