Los comicios vascos durarán dos semanas y se limita su coste

Los partidos vascos han alcanzado un acuerdo para reducir de tres a dos semanas la campaña electoral en las próximas elecciones autonómicas y limitar a 130 millones de pesetas el gasto máximo de cada candidatura. Ambos extremos quedarán recogidos en la nueva ley electoral autonómica, que hoy debate en comisión la Cámara de Vitoria. Las elecciones para renovar el Parlamento vasco deben celebrarse en noviembre. Las formaciones mayoritarias en el País Vasco rechazan, en cambio, la posibilidad de que cada elector pueda mostrar su preferencia por determinados candidatos de cada partido. Esta propuesta, defendida por Eusko Alkartasuna (EA) y Euskadiko Ezkerra (EE) para flexibilizar el sistema de listas cerradas, complicaría y retrasaría de forma innecesaria el escrutinio, según han argumentado el Partido Nacionalista Vasco (PNV) y el Partido Socialista de Euskadi (PSE-PSOE).

La reducción de la campaña electoral a 14 días irá acompañada en la nueva ley por la prohiblción de hacer propaganda política en la precampaña aun cuando no se pida el voto a los electores. Los dos grupos mayoritarios de la Cámara, coligados en el Gobierno autónomo, no han aceptado los intentos de la oposición para regular en la misma norma las campañas publicitarias sobre realizaciones o proyectos del Gobierno cuando se realicen en fase preelectoral.

Conseguir un escaño

Otro acuerdo entre la mayoría y EE permitirá a los partidos recuperar mediante una subvención de 24 millones de pesetas los gastos de envío por correo de las papeletas a cada elector censado. Obtendrán esta ayuda los partidos que consigan al menos un escaño en la Cámara vasca. EA considera la fórmula insuficiente y propone que el Ejecutivo autónomo se haga cargo de la impresión y envío a los electores de las papeletas.Aún con la limitación legal de gastos de campaña, las subvenciones quedarán muy lejos de los presupuestos de los partidos. La ley establece un sistema que limita la inversión de cada candidatura a aproximadamente 130 millones de pesetas. Las subvenciones se fijan en un millón de pesetas por escaño conseguido y 150 pesetas por voto, siempre que se consiga al menos un escaño.

Aplicando este baremo, el PNV, que obtuvo el mayor número de votos en 1986, habría recibido 57.681.200 pesetas, menos de la mitad del gasto autorizado.