Fortaleza democrática

Me alegra ver que sigue apareciendo en las páginas de ese diario la publicidad de esa revista madrileña, maestra del infundio y la calumnia, a pesar de la indignación de varios de los lectores de EL PAÍS, que pedían su fulminante supresión. Creo que la mayor grandeza y fortaleza de la democracia reside precisamente en su capacidad para tolerar y acoger todas las expresiones y tendencias por mucho que algunas nos repugnen, sin excluir siquiera a aquellas que, como esta revista, quisieran acabar con ella si pudieran. Viene quizá a cuento recordar aquí la frase de Winston Churchill que, aunque en otro contexto, resume este sentimiento al decirle a un periodista francés en 1940, que se sorprendía de que su Gobierno no tomara medidas contra los mineros británicos en huelga en momentos cruciales de la guerra contra Alemania, que luchaban precisamente para que estos mineros pudieran seguir ejerciendo este derecho.En mi opinión, quien debiera plantearse la retirada de esta publicidad, por inútil, es la propia revista, pues me atrevo a decir que ningún lector habitual de EL PAIS, que debemos de ser la mayoría de sus compradores, que se caracteriza por el buen gusto en el tratamiento de la información, se sentirá tentado a consumirla.-