Portland toma ventaja sobre Phoenix Suns

Portland Trail Blazers, dos días después de acabar una serie dura contra los San Antonio Spurs, han tomado una ventaja de un partido a cero sobre los Phoenix Suns en la semifinal de Liga, venciéndoles 100-98. Fue un partido disputado, de ritmo desigual, lleno de momentos espectaculares y jugadas insensatas. El pívot Kevin Duckworth, quien se ha reintegrado a la alineación a pesar de una fractura en la mano derecha, aseguró la victoria con una canasta cuando faltaban 17 segundos. El yugoslavo Drazen Petrovic fue el protagonista de la primera mitad, con 11 puntos, lo que le dio a Portland un parcial de 50-48.

"Es un gran triunfo para nosotros porque creí que éste iba a ser un partido dificil desde el punto de vista emocional. Estamos agotados", afirmó Rick Adelman, técnico de los Trail Blazers. "Pero estaba seguro de que responderíamos al reto. Lo hemos hecho todo el año".Los Trail Blazers están demostrando una fuerza mental que no habían evidenciado aquel año 1977, cuando ganaron su primer y único título de la NBA. Han sido 13 años de prestigio en franca decadencia, 13 años de sufrimiento constante para una afición leal, que ha premiado al club con 571 partidos consecutivos llenando el recinto.

Sin Petrovic, quien jugó los 12 minutos enteros del segundo tiempo, casi todos en sustitución de Clyde Drexler (20 puntos y 10 rebotes), los Trail Blazers no conocen el triunfo.

Portland encestó la primera canasta del partido, pero no pudo recuperar la ventaja hasta poco antes del descanso, gracias, en gran parte, a Petrovic.

El yugoslavo jugó inspirado, como no lo había hecho esta temporada. Encestó un triple. Evadió el marcaje de Jeff Hornacek para marcar lanzamientos desde la línea de fondo o en el contraataque. Fue el hombre del momento para Portland y cada vez que conseguía posesión cerca de la canasta hacía que sus compañeros despejaran esa esquina de la cancha para realizar su magia.

Petrovic jugó siete minutos más en la segunda mitad con menos efectividad. Ya el partido estaba en manos de los grandes, y fue Clyde Drexler, el mismo jugador que se había hecho famoso por fallar en la fase final, quien se impuso el lunes en los momentos decisivos.