Sublevación militar en Costa de Marfil
La sublevación iniciada ayer por la mañana por soldados rasos del Ejército de Costa de Marfil, en demanda de mejoras salariales y de reenganche automático en las fuerzas armadas terminó por la noche al prometer altos mandos castrenses que estudiarán favorablemente las reivindicaciones presentadas por los amotinados. Los principales protestas de los soldados fueron sus bajos salarios mensuales -unas 1500 pesetas- y la amenaza de desempleo tras abandonar el Ejército, informo la agencia Efe.Aunque el aeropuerto reinició sus actividades, los vuelos han sido cancelados hasta hoy. La única decisión adoptada fue aplazar el licenciamiento de los reclutas durante cinco meses hasta establecer las nuevas normas de enganche. La rebelión fue interpretada como un síntoma del malestar existente en amplios sectores de la población marfileña ante los efectos de la grave crisis económica que padece el país y la estructura monolítica vigente en Costa de Marfil desde su independencia de Francia hace 30 años.
La sublevación comenzó cuando tropas del Ejército ocuparon a primeras horas de ayer los puntos estratégicos de la capital, Abiyán, en lo que en principio se pensó se trataba de un intento de golpe de Estado contra el presidente, el octogenario Félix Hufue Buani, o un motín militar en demanda de mejores condiciones de vida. Los soldados franceses estacionados en la ex colonia permanecieron en "máxima alerta" y el Gobierno acusó los sublevados de haber cometido "actos de bandidaje intolerables".
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