Los conductores jóvenes e inexpertos pagan el doble por asegurar sus coches
Las compañías aseguradoras han empezado a aplicar recargos sobre los conductores jóvenes e inexpertos a la hora de formalizar el seguro de su coche, en un intento por frenar la entrada de nuevos clientes.Esta medida, que ha llevado a que los conductores novatos deban pagar casi el doble que los veteranos para poder cumplir con la obligación legal de asegurar su vehículo, está siendo utilizada por las compañías como respuesta a las pérdidas técnicas que han registrado a lo largo de 1989, cifradas globalmente en 150.000 millones de pesetas.
La mayor parte de las grandes empresas de seguros españolas preguntadas por Efe reconocieron que no aseguran a los menores de 25 años y con menos de dos años de antigüedad del carné de conducir, debido a que estos clientes no son rentables "por la alta siniestralidad" que les atribuyen las estadísticas.
Coches usados
Desde hace ya algunos meses un buen número de aseguradoras han puesto en práctica la política de limitar de forma drástica la suscripción de nuevas pólizas para vehículos de segunda mano. El criterio general transmitido por las empresas a los responsables de sus diferentes departamentos de producción, es muy sencillo: no se debe asegurar a todo riesgo ningún vehículo usado que posea una antigüedad superior a tres años. En cuanto a los seguros a terceros sobre este tipo de coches, el planteamiento que se sigue es no contratar si el automóvil cuenta con más de diez años y no ha pasado la inspección técnica de vehículos (ITV).
El abogado donostiarra Enrique Pina, especializado en seguros de automóviles, calificó de "discriminatoria" la actitud que mantienen las aseguradoras, aunque reconoció que "la ley no dice nada sobre qué condiciones pueden imponerse a los clientes".
"Según la legislación", precisó Pina, Ias empresas de seguros privadas son muy libres de poner sus condiciones para aceptar o rechazar a un cliente, así como para establecer la cuantía de los recargos, pero esto va a plantear un grave conflicto entre las compañías y el Estado por la presión que existe por parte de los solicitantes".
Las compañías no sólo niegan a los jóvenes el seguro a terceros, sino que rechazan también a los que piden el obligatorio, amparándose en que es una póliza poco demandada por la insuficiente cobertura que ofrece en caso de muerte o invalidez.
Las compañías argumentan que el seguro obligatorio, que cubre mínimamente los daños que puedan sufrir los ocupantes y el vehículo, es insuficiente para sufragar las indemnizaciones que se piden en caso de muerte o invalidez y que, por ello, no compensa ni a los conductores ni a las empresas aseguradoras.
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