Shelley Winters

No tuvo mucha suerte en sus papeles: en un gran porcentaje de las más de cien películas que ha interpretado, Shelley Winters era una víctima anunciada que moría a manos de famosos galanes como James Mason, Montgomery Clift o Raf Vallone. Otras se llevaban los besos, pero eso no parece importarle demasiado a ella. En cualquier caso, no le ha impedido ser una estrella, ganar dos oscars a la mejor actriz secundaria ( El diario de Ana Frank y Un retazo de azul) y obtener el favor del público durante sus 50 años de carrera."Cuando pasas de los sesenta tienes que enseñar y escribir libros", dijo la actriz en Barcelona, en donde participa esta noche en el programa Un dia és un dia, del circuito catalán de TVE. Lo primero, enseñar a los jóvenes, lo viene. realizando desde hace tiempo en el famoso Actor's Studio, la academia de la que salieron actores tan conocidos como Marlon Brando, Paul Newman o Marilyn Monroe. Y respecto a lo de escribir, acaba de publicar su segundo libro, Best of times, worst of times, que abarca su vida desde 1954 hasta 1963. El primero, Shelley, also known as Shirley, tuvo un gran éxito de ventas en Estados Unidos.

A Shirley Schrift -su verdadero nombre- no parece gustarle demasiado el Hollywood actual y considera que ahora predominan "las películas para el desayuno". "Antes, los jefes de estudio eran verdaderos dictadores, pero, además de querer ganar dinero, también eran conscientes de que el cine es el arte del siglo XX y querían hacer buenas películas. Ahora, exceptuando unos pocos, la mayoría son empresarios que sólo piensan en el cine como un negocio para hacer dinero", dijo ayer.

Shelley Winters está orgullosa de continuar trabajando, a sus 66 años, en teatro, cine y televisión. "De joven me llamaban la bomba rubia, y ahora, de mayor, sigo siendo la bomba rubia geriátrica", comentó con humor.

Lo que más parece gustarle es su trabajo como profesora. "Pienso que es muy importante que la gente mayor enseñemos a los jóvenes lo que nosotros sabemos."